El encuentro entre Colón y Atlético Rafaela estaba programado para las 18 de este lunes, pero de a poco comenzaron los rumores: los jugadores sabaleros habían tomado la decisión de no presentarse a jugar el encuentro.
Sabido es que la institución mantiene una importante deuda económica con el plantel. La semana pasada los encuentros entre las partes se sucedieron y habían llegado a un acuerdo. Si bien el viernes el plantel no se presentó a entrenar, estaba garantizada su presencia en el juego de hoy.
Entonces, ¿qué pasó?. Una vez más el club no cumplió con su parte y no pagó, lo que incrementó el malestar de los jugadores profesionales. Estos, cansados de promesas incumplidas, recurrieron a la medida de fuerza como cualquier trabajador al que se le adeudan varios meses de su salario.
Esto motivó otra reunión en el predio del club, a la vera de la autopista Santa Fe - Rosario, entre los futbolistas, dirigentes y representantes de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA). Hasta allí habría llegado, entre otros, Germán Lerche, a quien los jugadores habrían echado a empujones. Ya no le creen más.
A todo esto corría el reloj y no se llegaba a un acuerdo, hasta que poco antes de las 18 desde el predio del club, donde se habían agolpado muchos hinchas, Rubén Moncagatta, que estaba reunido con los jugadores, decía a los medios de prensa que el partido iba a jugarse a las 20.30. Habían solicitado su retraso para poder resolver este nuevo-viejo problema. "Lo importante es que el partido se juega", repitió una y otra vez el dirigente.
Pero, claro, esto fue una decisión unilateral de Colón. Tal vez otra “bomba de humo” lanzada por los dirigentes para distraer o demorar lo que era inevitable. La otra parte, Atlético Rafaela, vino para jugar a las 18, y mientras los jugadores de Colón estaban encerrados peleando por el pago de su salario, los jugadores de la “Crema” hacían la entrada en calor. De un lado insistían en que se jugaba más tarde; del otro se ajustaban a reglamento: el partido debía comenzar a las 18, a más tardar a las 18.15 teniendo en cuenta la tolerancia máxima. El que tenía la decisión final era Darío Herrera, el árbitro, quien lógicamente se apegó al reglamento: los jugadores de Colón no estaban, por lo tanto el partido no podía jugarse. Eso quedó asentado en su informe, y ahora será la AFA la que deba resolver.
Sin embargo seguía sin haber una información oficial, por lo que era una incertidumbre total, eran todos rumores, trascendidos, pero concreto nada. El partido a las 18 no empezó. Tampoco empezó a las 18.15. Pero nadie aseguraba que, como había dicho Mocagatta, se había retrasado para las 20.30.
Hasta que hubo dos indicios que confirmaron lo que realmente pasaba: a las 18.20 la “Voz del Estadio” invitó a retirarse al poco público que había en el estadio Brigadier López. Minutos después Fútbol Para Todos empezó a “levantar campamento”. No se iba a jugar.
Con todo lo que ocurría, la policía de la provincia amplió el operativo en el estadio y alrededores así como en el predio porque se temía la reacción de los hinchas. Y lo que se temía terminó ocurriendo: la reacción de los simpatizantes no se hizo esperar. Unos 800 se trasladaron al predio (cortaron el tránsito en la autopista), y un grupo de unos 70 tomaron la sede del club. Hubo piedrazos, balas de goma, vidrios rotos y lesionados.
Definiciones en la Comisión Directiva
Tras la reunión con los jugadores en el predio, Rubén Moncagatta enfrentó brevemente a los periodistas. Allí confirmaba que el partido iba a las 20.30, y se mostraba sorprendido por la decisión de los jugadores ya que “en principio habíamos llegado a un acuerdo con (Sergio) Marchi”, el titular de FAA
“Esto va a terminar de definir algunas cosas para algunos en la comisión directiva”, sostuvo el vicepresidente en ejercicio de la presidencia, quien reafirmó que “seguro que esta semana se tomarán algunas decisiones”.
La sanción
Si bien no es oficial hasta que la AFA lo confirme, al no presentarse Colón perdería los puntos del partido (se le da por ganado a Atlético por 2 a 0) y, además, tendría una sanción económica equivalente al costo de 2250 entradas. Además, el club podría enfrentarse a una sanción de quita de 3 puntos por no presentarse a jugar (lo que se sumarían a los 6 por la deuda con el Atlante de México). Renunció Eusebio
En medio de las idas y vueltas, este lunes por la tarde se conoció la renuncia de Pedro Eusebio, uno de los dirigentes más identificados con esta gestión, y que hace unos días atrás fue víctima del accionar de desconocidos quienes pintaron insultos en el frente de su casa.
El Litoral.
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