Boca es un club diferente, donde suceden cosas diferentes. En el primer entrenamiento de la semana con plantel completo, un hincha logró burlar la seguridad, se metió en la cancha, miró fijo a Carlos Bianchi y hasta hizo jueguitos con la pelota, lo que generó las risas y los aplausos de todos los jugadores. ¿Jugará contra San Lorenzo? Imposible, no tiene contrato.
La práctica se desarrollaba con normalidad: Juan Román Riquelme, Crhistian Cellay Clemente y Ribar, lesionados, se entrenaban diferenciados; mientras el resto del plantel realizaba fútbol en espacios reducidos. El Virrey observaba y, cada tanto, marcaba alguna indicación. Cuando finalizó el trabajo con pelota y los jugadores se disponían a comenzar con los ejercicios físicos, comenzó el show del intruso.
Primero, se acercó a Bianchi y se quedó mirándolo fijamente. Los jugadores también observaban la situación, pero no pudieron aguantar la risa. Luego, el hincha tomó la pelota e hizo jueguitos (¿será defensor por derecha? No le vendría nada mal al Virrey). Cuando se acercó la seguridad, el intruso se tiró al piso y fue alcanzado por la seguridad del club.
Una insólita situación, digna de un equipo diferente.
Primero, se acercó a Bianchi y se quedó mirándolo fijamente. Los jugadores también observaban la situación, pero no pudieron aguantar la risa. Luego, el hincha tomó la pelota e hizo jueguitos (¿será defensor por derecha? No le vendría nada mal al Virrey). Cuando se acercó la seguridad, el intruso se tiró al piso y fue alcanzado por la seguridad del club.
Una insólita situación, digna de un equipo diferente.
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