El torneo Argentino B ingresa en la etapa de definiciones para los que siguen con el sueño del ascenso. Finalizada la primera fase, en la zona de los cordobeses, los descendidos fueron los dos equipos riojanos: Defensores de La Boca e Independiente.
La gran decepción fue sin dudas Juniors. El Albo, que se había formado para subir, cerró salvando su permanencia de milagro por la pobre campaña de los conjuntos de La Rioja. En el medio pasaron las elecciones y un cambio de gobierno, problemas económicos y deuda, y la llegada de Carlos Enrique luego del despido de Ricardo González.
Argentino Peñarol, la gran sorpresa. El Millo de barrio Arguello cumplió con éxito y por anticipado su objetivo: mantener la categoría. En su primera incursión histórica en el campeonato, los de Allende lograron quedarse a pura garra y corazón. Saltearon malas rachas de resultados, sumaron puntos importantes y formaron un buen grupo de trabajo con jugadores y cuerpo técnico que les permitió seguir en carrera a pesar de la mala situación económica-financiera que les significó participar del Argentino B.
Se sabía que Racing llegaba con la “chapa” de candidato al ascenso y así pasó la primera ronda para la Academia. El Albiceleste se cortó solo y clasificó varias fechas antes. Carlos Moyano agarró la brasa caliente que dejó Luis Islas allá por septiembre, el plantel protestó y aún reclama por la deuda salarial. Finalmente encarará la próxima fase del torneo como un club intervenido. En lo deportivo, cada vez más cerca, en lo institucional se espera que los mejores días estén por llegar.
Racing compartirá la Zona D de la siguiente ronda conjuntamente con Las Palmas, Sarmiento de Leones, Tiro Federal de Morteros, Gimnasia de Mendoza, Huracán de San Rafael e Independiente de Villa Obrera.
Las zonas son en total diez y se jugarán dos ruedas en partido de ida y vuelta. Clasifican los dos primeros de cada una, más los cuatro mejores terceros.
Informe Jesica Ludueña.
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