Newell's es el gran campeón del fútbol argentino. Las calles comienzan a desbordar de pasión rojinegra tras el final del partido entre Estudiantes y Lanús. Una vez más, avenida Pellegrini y Paraguay fue uno de los epicentros de los festejos leprosos ni bien finalizó el partido de Estudiantes y Lanús, aunque luego se extendió a casi todo lo largo de la avenida. El equipo festejará en el Centenario de Resistencia ante gran cantidad de hinchas que viajaron a la capital chaqueña para acompañar al equipo de Martino, en un festejo que le faltaba sólo la confirmación matemática, mientras que los hinchas desbordan las calles de la ciudad. Newell's ya es campeón hace rato, es un verdadero y legítimo ganador, a quienes todos le reconocen la notable campaña."¡Dale campeón, dale campeón!", tronaban los hinchas en las adyacencias de avenida Pellegrini, donde las banderas rojas y negras flameaban de un lado al otro en avenida Pellegrini y Paraguay, precisamente en las adyacencias de un reconocido restó. Las bombas de estruendo ya estremecían desde segundos previos a la finalización del partido de Estudiantes y Lanús 0. La gente salió a la calle para festejar, agradecer y cantarle al campeón, un verdadero campeón del fútbol argentino que no se conforma y va por todo.
"¡Qué bonito, qué bonito, la fiesta está en el Parque y el velorio en Arroyito...!", cantaban los hinchas rojinegros, que también se iban aglutinando en las inmediaciones del Munumento a la Bandera comienzan a poblarse de los colores identifacotorios de la Lepra: el rojo y negro en versión aumentada a lo que ocurrió el domingo pasado, cuando el equipo del Tata Martino goleó y confirmó su situal de privilegio ante Atlético Rafaela en la Perla del Oeste. Es un festejo que comienza a crecer, es la antesala del gran escenario que seguramente se vivirá esta noche ni bien la delegación aterrice en el aeropuerto de Fisherton, no antes de las 21.30, y se diriga al Coloso.
"Newell's Old Boys te vinimos a ver, te llevamos en el corazón, te queremos ver campeón...!", reafirman los hinchas. Lo dijo, primero, el Gringo Heinze, basado en la actitud del equipo, el esfuerzo de todos los jugadores que vienen peleando desde hace tres torneos por este fútbol que le gusta a todos, por la obsesión de la Libertadores y la Copa Argentina, que podría ser un plus. Ahora, tras el resultado final del partido pendiente ente Estudiantes y Lanús, Newell's ya salió campeón.
Minutos antes de las tres de la tarde, en Chaco, la delegación leprosa explotó al unísono en un grito ensordecedor dentro del comedor del hotel Amerian, mientras en el lobby del mismo lugar, hinchas, allegados y dirigentes siguieron con el mismo rito. Una postal similar a la que se vive en Rosario, que ni bien Loustau marcó el final entregó una postal festiva, con hinchas inundando las calles, desbordando de alegría, extasiados. El festejo leproso en estado puro.
El sueño que tenía el pueblo leproso se hizo realidad. Paradójicamente se cristalizó esta tarde en La Plata, lejos de Rosario y sin jugar, por esas cosas del fútbol argentino, cuando Lanús no pudo ganarle a Estudiantes y dejó sellado el título para Newell's. Pero nada de eso le quita valor ni trascendencia a la felicidad que viven por estas horas, y que seguramente se extenderá por mucho tiempo, los hinchas rojinegros, que ahora sí pueden dar rienda suelta al festejo, a la alegría, a la euforia, al llanto, a una catarata de emociones que se desencadenaron luego de que el juez decretó el final entre pinchas y granates.
Ahora sí, después de nueve años, y de la mano de un fútbol práctico, vistosos y contundente Newell's vuelve a lo más alto del fútbol nacional. Un sitial de privilegio que tiene bien ganado, no sólo por todo lo bien que hizo en estos últimos seis meses, sino por la evolución futbolística que fue evidenciando el equipo desde que la llegada del Tata Martino revolucionó al "mundo" Newell's.
La Lepra no pudo coronar el título en la cancha, como debe ser y como este equipo se lo merecía, pero no por eso el pueblo rojinegro lo disfruta menos. Es que este plantel de "ganadores", con referentes como Maxi, Heinze, Scocco, Bernardi y Mateo, que volvieron en busca de la gloria, dejaron la piel y la sangre por esta camiseta, profesionales que se vistieron de amateurs y dieron todo. Y un cuerpo técnico, con Martino a la cabeza, que logró muy rápido y de manera sostenida la combinación perfecta entre buen juego y resultados. Con una propuesta de fútbol noble, jugando a partir de la pelota y por sobre todas las cosas sin temor a correr riesgos. Un grupo que llevó adelante una idea y la mantuvo con convicción. Un notable cuerpo técnico que hizo posible lo que hasta hace poco asomaba como utopía. Mucho más cuando el Tata, convencido de lo que tenía, dijo ante la mirada incrédula de muchos, dijo "vamos por todo". El título del Torneo Final fue hacer realidad el sueño. Un sueño que puede seguir creciendo en los próximos días para felicidad del pueblo leproso, puesto que el equipo sigue adelante en la Copa Argentina y está de cara a hacer historia en la Copa Libertadores.
La Capital.
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