Desde que llegó a Mar del Plata, el técnico Walter Perazzo espera la resolución de diferentes gestiones por refuerzos. Uno de ellos es Paulo Rosales, enganche que se sumará a Olimpo si soluciona una deuda con su actual club.
Si bien las negociaciones entre la dirigencia y el jugador están avanzadas, Rosales espera cobrar un dinero prometido del Esporte Club Bahía de Brasil, club en el que jugó durante el último semestre luego de rescindir contrato con Independiente. El volante ofensivo de 29 años jugó varios años de su carrera en Unión (ascendió a Primera), aunque también se desempeño en Newell´s, Talleres y el fútbol griego.
Si se confirma su llegada, y aun a la espera de una resolución sobre la renovación de Adrián Martínez, el plantel del Aurinegro se cerrará en cuanto la dirigencia consiga dos volantes externos y dos delanteros. Al respecto, más allá de trascendidos, solo se conocen los nombres de los mediocampistas cuyas gestiones están más encaminadas: Maximiliano Núñez y Martín Pérez Guedes.
Mientras tanto, en Mar del Plata continúan los entrenamientos. A la mañana, con Jonatan Blanco incorporado al grupo, el plantel de Olimpo enfrentó al frío en una playa del centro de La Feliz (en el Facebook oficial de Aurinegro Web se publicó un álbum de fotos); y a la tarde, fuerte lluvia incluida, practicó con pelota en espacios reducidos en Banco Provincia.
Andres Ricaurte trabajó diferenciado y Martín Guzzi no participó de la jornada de entrenamientos por fiebre. El cronograma del miércoles dependerá de las condiciones climáticas y se decidirá a último momento.
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