Se jugó un partido muy disputado, con pierna fuerte y algunos insultos, pero apenas terminó, empezó el caos. Cuando el árbitro marcó el final, un jugador corrió toda la cancha para golpear a un rival y comenzó la batalla campal. Fueron más de cinco minutos de trompadas, patadas y hasta se tiraron piedras entre los jugadores e integrantes del cuerpo técnico de los equipos Cerro y Cerro Lago, en la primera división del fútbol uruguayo. Una vez que terminaron los incidentes, dos jugadores quedaron detenidos, y luego informaron que hay 19 sancionados: 11 futbolistas de Cerro y 8 de Cerro Lago.
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