El triunfo en Mar del Plata sirvió para acentuar un ritmo futbolístico. Desde el juego, pero sobre todo desde los números. Y todo se reforzó con la caída de Instituto el lunes por la noche en Corrientes ante Boca Unidos. Pero la excursión marplatense también dejó algunas secuelas, no menores por cierto. Las lesiones de Matías Lequi (ruptura fibrilar, ver aparte) y Santiago Biglieri son algunas de ellas. Claro que ya con la fecha concluida las conclusiones que se pueden sacar arrojan un salto altamente positivo. La punta del torneo, junto con River, es el ejemplo más claro y contundente. En contrapartida, está la baja (segura) de un jugador emblema de este equipo, justo en el momento más caliente del campeonato. No obstante, el cuerpo técnico sabe que tiene con qué hacerle frente a este cuadro de situación.
La ingeniería que se intentó llevar a la práctica en cuanto al armado del plantel para afrontar la temporada preveía este tipo de situaciones. Es que suena lógico que a esta altura de la competencia los distintos equipos sufran bajas por lesiones. No le pasa sólo a Rosario Central. Por eso vale el recordatorio de las palabras de Juan Antonio Pizzi respecto a la idea de un equipo "compensado" a las que en más de una oportunidad hizo referencia.
No contar con Lequi para los próximos dos partidos es un toque de atención. Un ingrediente que el grupo de trabajo que comanda los destinos futbolísticos debe manejar con sapiencia. ¿Qué es lo que se tiene para hacerle frente a esto? Recambio. Nada más ni nada menos.
Después, entrará en la consideración de cada uno si Franco Peppino (hoy su reemplazante natural) está al nivel del Flaco, pero la posibilidad está al alcance de la mano.
Se trata de un eslabón más en la cadena de los imponderables, aunque con algún grado extra de dificultad. Es que Leonardo Talamonti hoy podría ser una alternativa más que válida, pero su presente no es el mejor y la Oveja también está en un proceso de recuperación de un problema muscular. Es en ese punto donde el panorama pareciera complicarse más de la cuenta.
Por supuesto lo que más se sufre es la baja de un jugador emblema, que venía alternando algunos partidos buenos y otros no tanto, pero con una experiencia que en este tipo de definiciones tan cerradas cuenta, y mucho.
Algo similar se vivió cuando se conoció que Julio Mozzo (hasta que se lesionó, pieza clave en el esquema del técnico) debía parar. Ahí también se abrió un interrogante importante. Pero apareció Alderete para cubrir la vacante y cuando el ex San Martín de San Juan también tuvo que entrar a boxes (no jugó el último partido por una contractura) emergió la figura de Vismara.
Lo de Biglieri puede entrar también en este contexto, aunque Saviolita aún no está descartado.
Imponderables lógicos, aunque en un momento álgido del campeonato, pese a que el recambio es una variable a favor. Es el contrapunto de la punta alcanzada.
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