No dejan de sorprender las idas y vueltas que ofrece el fútbol en medio de un mercado de pases. Y eso que Unión —a través de su presidente— admitió que “en el mejor de los casos podrán llegar a lo sumo dos refuerzos”. Sin embargo, siempre suenan los teléfonos, como ocurrió en las últimas horas desde Chile para ofrecer un préstamo por Leandro Ariel Zárate, la gran figura de esta plantilla que hasta ahora no logró repetir en la red lo que lo llevó a transformarse en ídolo en su paso anterior con la rojiblanca a bastones.
Pero si bien la “Chancha” estuvo lejos de lo que todos —dirigentes, cuerpo técnico y simpatizantes— esperaban, en Unión nadie le cierra el crédito porque saben que su capacidad goleadora no puede desaparecer así porque sí. Además, el mismo futbolista le dijo a uno de los allegados a la directiva: “Me siento muy bien en esta pretemporada... se me está abriendo el arco”. Incluso, el cordobés bromeó con un “me guardé todos los goles para la segunda rueda”.
Lo concreto es que la oferta llegó desde Chile y rápidamente los dirigentes la descartaron, apostando a que Zárate se pueda reencontrar con su verdadero nivel en este 2011.
Mientras, la dirigencia le daba la tranquilidad a Kudelka en cuanto a la continuidad del cordobés, impensadamente las negociaciones por Matías Soto Torres ingresaban en un callejón sin salida.
Terminado el plazo del coqueteo con Estudiantes de La Plata, la dirigencia del club sureño aceptó negociar con Unión. Se puso al frente del Operativo Soto Torres el propio presidente rojiblanco. El Litoral anticipó hace algunos días que fue el titular tatengue quien logró entusiasmar a empresarios capitalinos —que conoce de su actividad— para invertir en Soto Torres y colocarlo en Unión.
Siempre se dijo que la CAI “sólo liberaba a Soto Torres si había una compra, nada de préstamo” . Por su parte, el jugador empezó a presionar para venir a Unión y le pidió a los dirigentes del sur del país el famoso “cambio de aire”.
Del mismo modo, se hizo público el monto de la operación: 400.000 dólares limpios para la CAI. Cuando Unión encaró la negociación, siempre lo hizo sobre la base de intentar comprar la mitad o el total pero en menos dinero.
Sorpresivamente, cuando las partes empezaron a poner cifras arriba de la mesa y forma de pago, se encontraron con la “sorpresita” que la CAI pedía 400.000 dólares por la mitad del pase. Automáticamente, Unión se retiró de la operación, pero la CAI ofreció seguir negociando.
Hoy por hoy, la operación está congelada, por no decir descartada. El mismo Kudelka, que soñó con Soto Torres en este mercado de verano, reconoció que “no se pueden hacer locuras por más que el jugador me guste”.
Así las cosas, con una pretemporada a full en Casasol, Unión sabe que Zárate se queda pero Soto Torres se aleja.
Pero si bien la “Chancha” estuvo lejos de lo que todos —dirigentes, cuerpo técnico y simpatizantes— esperaban, en Unión nadie le cierra el crédito porque saben que su capacidad goleadora no puede desaparecer así porque sí. Además, el mismo futbolista le dijo a uno de los allegados a la directiva: “Me siento muy bien en esta pretemporada... se me está abriendo el arco”. Incluso, el cordobés bromeó con un “me guardé todos los goles para la segunda rueda”.
Lo concreto es que la oferta llegó desde Chile y rápidamente los dirigentes la descartaron, apostando a que Zárate se pueda reencontrar con su verdadero nivel en este 2011.
Mientras, la dirigencia le daba la tranquilidad a Kudelka en cuanto a la continuidad del cordobés, impensadamente las negociaciones por Matías Soto Torres ingresaban en un callejón sin salida.
Terminado el plazo del coqueteo con Estudiantes de La Plata, la dirigencia del club sureño aceptó negociar con Unión. Se puso al frente del Operativo Soto Torres el propio presidente rojiblanco. El Litoral anticipó hace algunos días que fue el titular tatengue quien logró entusiasmar a empresarios capitalinos —que conoce de su actividad— para invertir en Soto Torres y colocarlo en Unión.
Siempre se dijo que la CAI “sólo liberaba a Soto Torres si había una compra, nada de préstamo” . Por su parte, el jugador empezó a presionar para venir a Unión y le pidió a los dirigentes del sur del país el famoso “cambio de aire”.
Del mismo modo, se hizo público el monto de la operación: 400.000 dólares limpios para la CAI. Cuando Unión encaró la negociación, siempre lo hizo sobre la base de intentar comprar la mitad o el total pero en menos dinero.
Sorpresivamente, cuando las partes empezaron a poner cifras arriba de la mesa y forma de pago, se encontraron con la “sorpresita” que la CAI pedía 400.000 dólares por la mitad del pase. Automáticamente, Unión se retiró de la operación, pero la CAI ofreció seguir negociando.
Hoy por hoy, la operación está congelada, por no decir descartada. El mismo Kudelka, que soñó con Soto Torres en este mercado de verano, reconoció que “no se pueden hacer locuras por más que el jugador me guste”.
Así las cosas, con una pretemporada a full en Casasol, Unión sabe que Zárate se queda pero Soto Torres se aleja.
El Litoral
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