martes, 23 de noviembre de 2010
"ME MANDO A MATAR EL PANADERO OCHOA"
“A mí me mandó matar el Panadero Ochoa. Lo hizo para que yo no vuelva a la cancha de Newell’s. La persona que me atacó, antes del primer disparo, me dijo: «Esto te lo mandó el Panadero por traidor»”. La voz de Matías Pera(foto) suena ronca como un quejido al otro lado del teléfono, aunque su estado de salud no le impide hablar enérgicamente y sin pausa. Desde la cama del Heca donde fue internado con cinco balas en el cuerpo, apuntó sin atajos a su oponente en la barra como el instigador del ataque.La acusación directa que lanzó Pera en la charla con este diario, y que anoche reiteró a la policía, será materia de investigación. Lo innegable es que el ataque engarza en un encadenamiento de sucesos policiales ligados al control de la hinchada rojinegra. Ocurrió a sólo tres días de la excarcelación de Ochoa en una causa por otro ataque a tiros en un bar. Y, como dato extra, fue muy cerca del barrio del anterior líder de la tribuna, Roberto Pimpi Camino, asesinado en marzo.En el entorno de Ochoa, aún sin asumir una posición en voz alta, dicen estar “cansados de este tipo de inventos” aunque aclaran que se pondrá lo antes posible a disposición del juez actuante. “Esta acusación está enderezada a dejarlo preso. Como no lo pudieron matar buscan dejarlo en cana. En la historia que cuentan pareciera que a Diego sólo le faltó autografiar las balas”, dijeron.Doce horas después de los balazos, el mismo Pera quiso dar a conocer públicamente su versión. Aunque no está privado del derecho a expresarse, restricciones hospitalarias impidieron que lo hiciera en persona. Habló con este diario por teléfono y esto dijo.“Quiero decir que por una pelea a piñas en la cancha yo estuve tres semanas preso. Este muchacho (Ochoa) está acusado de una tentativa de homicidio por testigos neutrales y a los dos días salió en libertad. Ahora me mandó a matar. Tengo cinco disparos encima. No fueron a las rodillas: tiraron al pecho y por la espalda. La persona que me corrió me quiso asesinar. Quiero que quede asentado eso. Me dijo bien claro: «Esto te lo manda el Panadero por traidor».Pera contó que fue atacado al salir de la casa de un amigo cuando iba a tomar un colectivo. “Yo estaba totalmente desarmado y con una guitarra bajo el brazo. Había ido a visitar a un amigo y me estaban esperando abajo. Eran por lo menos dos pero uno sólo disparó”, dijo el barrabrava, quien quiso reservar detalles porque aún no había “declarado judicialmente”.Puerta abierta. “Salí corriendo y él me siguió —continuó Pera, sin respiro—. Encontré a unos 60 metros una casa de familia que por suerte tenía la puerta abierta, entré y me tiré al piso a llorar pidiendo una ambulancia. Si no me metía en ese lugar me asesinaban. La persona que me tiró no pensó que iba a sobrevivir. No sé como hice heroicamente con los tiros encima para seguir corriendo”.Insistente, sobre el final volvió con más aspereza sobre el aspecto de su relato que más le interesa divulgar: “El Panadero es un asesino que me mandó a matar. Hace una semana casi mata a mi mejor amigo y ahora me ataca a mí. Lo hizo para que no vuelva a la cancha y por declaraciones que hice sobre cosas que pasan en el club. Detrás de esto hay mucha gente. Sé lo que digo y no tengo miedo.La Capital.
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