El Litoral.
domingo, 28 de noviembre de 2010
ESCANDALOSO FINAL EN SANTA FE
La inteligente decisión de cerrar la oficina de socios a las 3 de la tarde del sábado y de sólo vender generales con DNI en la mano que justifique domicilio en Santa Fe (en todo caso, evitar Rosario como lugar de nacimiento) terminó perdiendo igualmente por goleada con las artimañas de hinchas, socios y barras de Central que igualmente se infiltraron en el 15 de Abril. Demasiados flancos abiertos quedaron en el estadio tatengue que permitieron que los visitantes, cuyo ingreso está prohibido por la AFA en el certamen de la “B” Nacional, se salieran con las suyas a pesar de todo. Por un lado, Central trajo reserva y jugó en el campo auxiliar por la lluvia. Primer foco de distracción: en esa primera delegación, hubo gente que no tenía nada que ver y entró con supuestas responsabilidades que fueron inexistentes. Segundo punto: Unión terminó cediendo —seguramente para pedir lo mismo en la revancha— en la cantidad de entradas de protocolo, a tal punto que terminaron ingresando el doble de “directivos” de la capacidad que tiene el palco visitante en la parte superior del 15 de Abril. Tercer punto de distracción: la alevosía en el pedido de medios de comunicación de Rosario para cubrir el partido, con radios, diarios, páginas web y canales de TV que se multiplicaron por decenas como si anoche hubiera jugado el Barcelona con Messi. El cuarto punto pasó por rosarinos que, adelantándose en la semana y gambeteando la zona de exclusión de ayer de las 3 de la tarde en la oficina del club, se las ingeniaron para “hacerse socios de Unión”. En este sentido, El Litoral observó cómo los efectivos policiales retiraron de la platea lateral sudoeste a cuatro visitantes. Claro está que eligieron, acaso, un lugar tranquilo, favorecidos por gente que faltó a la cita por la lluvia al momento de empezar el juego. Al ser “denunciados” como caras raras o nunca vistas, los infiltrados —que ante la primera reacción mostraban el carné— se retiraron pacíficamente. Iban unos 15 minutos de juego. En la parte superior, donde están las cabinas para las radios visitantes, hay un balcón en el medio. Allí, cuando comenzó el complemento, se agredieron verbalmente plateístas de la Techada que —de abajo hacia arriba— “descubrieron” a los rosarinos camuflados. El 1 a 1 agónico desató la bronca y allí la violencia se trasladó a otro escenario. Lejos del sector donde está la barra brava —detrás del arco de la pileta—, los hinchas enfurecidos quisieron tumbar el portón de Cándido Pujato para entrar a la cancha: se vivieron allí momentos dramáticos, con escenas de lucha, proyectiles, objetos contundentes. El comisario Sánchez fue quien se llevó la peor parte por un piedrazo en la cabeza: fue llevado al Iturraspe en estado inconsciente. Otros cuatro efectivos más fueron atendidos por heridas cortantes. Del mismo modo, varios simpatizantes también fueron atendidos como consecuencia del intercambio de golpes. Mientras esto pasaba en Cándido Pujato, del otro lado empezaban a volar proyectiles. Y también hubo cruces con los efectivos policiales en la zona de los vestuarios locales. Los medios rosarinos reflejan hoy que “periodistas que siguen a Central fueron atacados con armas de fuego y cuchillos”. Por lo que pudo averiguar El Litoral se trató de un grupo que, camino a la zona de acreditación, fue amenazado por hinchas locales al creer que eran barras infiltrados. El incidente se produjo donde está la oficina del mini-shop de indumentaria en Unión, por López y Planes. Rápidamente, la policía acompañó a los rosarinos a las cabinas y detuvo a cinco sospechosos con camisetas de Unión. En la seccional cuarta, los colegas rosarinos que hicieron la denuncia fueron: Germán Girolami de www.canalla.com, Raúl Gazzali de FM 91.7 Horizonte y Franco Motura de FM Tango. En el relato, comentan que preguntaron —a la altura de la reja histórica de López y Planes— “¿dónde es la oficina de prensa para acreditarnos?” y un hincha de Unión del lado de adentro las respondió “Si no se vuelven a Rosario, saco lo que tengo acá”, mostrando a medias un objeto debajo de la remera. Uno de los que radicó la denuncia dijo ver un arma de fuego. Al mismo momento, del lado de afuera, se produjo el otro incidente comentado que fue rápidamente neutralizado por la policía, con las detenciones de los cinco hinchas con camisetas rojiblancas.
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