El jugador de Huracán Lucas Villarruel y su padre fueron asaltados y llevados cautivos por delincuentes. El hecho ocurrió anoche, alrededor de las 23, cuando estaban por guardar el auto en un garage cercano a su casa.
Según fuentes oficiales, cuatro delincuentes los amenazaron y obligaron a subirse a otro vehículo, mientras que uno de ellos se subió a la camioneta de las víctimas.
Los ladrones pretendían llevarlos a recorrer cajeros automáticos para extraer dinero, pero ni el futbolista ni su padre llevaban tarjetas consigo, por lo que los malvivientes tuvieron que desistir y finalmente los liberaron.
Lucas y su padre fueron auxiliados por un taxista que los llevó hasta un hospital debido a que el jugador fue golpeado con la culata de un arma. "La verdad me trataron bien, sólo recibí un culatazo en la cabeza para asustar pero lo que pasó son cosas que pasan todos los días. No sé por qué me golpearon si nunca nos resistimos", contó.
"Creo que no me reconocieron nunca como jugador y nunca me hicieron levantar la cabeza, siempre con la cabeza agachada me llevaban. Los delincuentes eran gente de unos 25 y 26 años. Ellos no nos miraban a la cara y nos apuntaban", agregó.
Finalmente, Villarruel dijo que "fue un momento muy feo, uno nunca piensa que va a pasar hasta que pasa, bueno, ahora me pasó a mí, fue un claro robo al voleo. Lo único que quiero ahora es estar con mi familia. Mi papá está bien y mi familia esta conmovida y vamos a tomar recaudos".
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