viernes, 11 de febrero de 2011

ROSARIO CENTRAL 0 A.BROWN 1, DESILUCION


Pese a las variantes que realizó Héctor Rivoira para intentar torcer el rumbo, la película de Central fue la de siempre en la B Nacional: Central buscando con mucho ímpetu y ganas y siendo casi el único protagonista, pero chocando con el problema de siempre, su imposibilidad para resolver las situaciones favorables. Un mal que lo aqueja desde hace muchos partidos y que lo ha sumergido en la confusión y desesperación de estos tiempos, que le ha quitado confianza a sus jugadores. Y que además, en más de una oportunidad generó la impaciencia y la intolerancia de su gente. Sólo así se puede explicar que un equipo que generó varias situaciones de gol, algunas claras y otras no tanto, no haya sacado provecho de algunas de esas chances y se haya quedado sin nada.
Y para colmo de males, como los auriazules no están ligando nada, en la única llegada clara de todo el segundo tiempo, el rival factura, el escenario se hace cuesta arriba. Eso, en resumidas cuentas, fue lo que sucedió esta noche en el Gigante, en el que el Canalla cayó ante Almirante Brown por 1 a 0, en un cotejo en el que de ninguna manera mereció quedarse con las manos vacías.
Fue un castigo excesivo para un equipo que sin jugar bien, sin tener mucha claridad y con pocas ideas no se guardó nada, dejó todo en la cancha, al punto de meter al rival dentro de su área en buena parte del complemento.
En el complemento, con más empuje que fútbol y a los ponchazos Central tuvo varias chances, pero nunca le quedó ninguna clara para llegar a la merecida igualdad. Y encima de que está peleado con el gol, cuando le quedó alguna situación clara chocó con la figura del arquero Monasterio, la figura del partido.
En medio de la desesperación que gobernó al equipo en el segundo tiempo, tras el gol de Almirante Brown, la más clara estuvo en los pies del debutante Ramiro Costa, pero el zurdazo del pibe se fue arriba, luego de una buena habilitación de De León, que ingresó en el complemento y se mostró muy incisivo.
Como si todo esto fuese poco, el canalla se encontró con un gol en contra en el arranque del segundo tiempo, cuando a los 4', el Indio Bazán Vera aprovechó una floja respuesta de Broun para empujarla al gol, luego de una buena jugada colectiva.
Y si hasta ese momento a Central le había costado encontrar la llave para abrir el arco rival, luego del gol la impaciencia se hizo más notoria y con el correr de los minutos la desesperación se hizo carne, tanto de los jugadores dentro de la cancha como de la gente en las tribunas.
Aún así, el equipo siguió buscando por arriba y por abajo, por adentro y por afuera. No siempre de la mejor manera, pero con un corazón envidiable, aunque no encontró su merecido premio y de a poco fue engrandeciendo la figura de Monasterio, transformado en una muralla junto a sus defensores. En definitiva, y a pesar de hacer méritos para sumar, Central otra vez volvió a quedarse con las manos vacías. Una consecuencia de su falta de ideas y de claridad para atacar y llegar al gol, pero un castigo excesivo para lo hecho por ambos a lo largo de los 90 minutos.
De todos modos, la sensación con la que se fueron los hinchas del Gigante es que el equipo no está, que no encuentra el rumbo y que el sueño de volver a primera lo más rápido posible parece quedar cada vez más lejos.
La Capital.

No hay comentarios: