En este 2011 ya es una constante hablar del rendimiento que tiene el equipo de Frank Kudelka, y sobre todo de uno de los hombres que tiene la obligación de ser la manija del equipo: el cordobés Paulo Rosales. Sin más palabras, Ovación conversó mano a mano con el Pichi.
“Estoy muy contento porque arrancamos como queríamos este 2011, pero también sabemos que esto es muy largo y debemos ir muy tranquilos”, fue la primera frase del mediocampista.
Van por más…
—¿Qué pensás que debe cambiar el equipo, a pesar del excelente momento que están pasando desde lo deportivo?
—Siempre hay que perfeccionarse, más allá de los resultados positivos, por ejemplo en el caso mío es tener mayor tiempo la pelota. Creo que no llegamos al techo en ese punto y por eso tenemos que seguir trabando en eso; si bien le agarramos la mano, para mí nos falta.
— Ese tema te toca a vos.
—Seguro que es un tema en el cual soy uno de los responsables y lo asumo sin drama. Pero es cierto que con los buenos resultados uno trabaja más tranquilo.
—¿Qué otra cosa pensás que tendrías que corregir?
—Por ejemplo en patear más al arco porque en la posición que tengo en la cancha puedo tener más posibilidad de meter varios goles. Esa es una meta que me puse en lo personal para este año.
Compromiso total
—¿Cuál es la base de este presente?, no solo apunto a lo deportivo.
—A la confianza que nos dio Darío desde varios aspectos, el iniciar este ciclo con los mismos jugadores que terminamos el año pasado, el buen compañerismo que hay en el grupo y la competencia sana que existe, son algunos puntos fuertes.
—Sos una persona que siempre resaltaste la parte humana del grupo.
—Es así como te lo cuento, la verdad que somos un plantel muy unido, vos estás con nosotros todos los días y sabes que es así. Tanto sea el que juega como el que está afuera, somos todos iguales.
—Acá no hay estrellas.
—Es como decís. Todos estamos iguales, con dos piernas, dos brazos y todo... jajaja. Hablando en serio, nadie es más que nadie y eso lo entendemos, es la única manera de conseguir el objetivo que estamos buscando.
—Sos un tipo que no te gusta mucho que a veces te destaquemos por sobre el resto.
—En eso tenés razón. Decime una cosa, de que sirve que por ejemplo yo sea la figura en un partido si el equipo pierde… no sirve de nada, por eso todos tenemos bien claro lo que debemos hacer como conjunto. Sí me pone contento que se diga que estamos jugando bien, eso si me gusta como grupo.
Un Rosales aplomado, maduro
—Uno nota que vez las cosas más tranquilo y ya no te calentás tanto.
—Solo se que tengo que pensar en mi trabajo, en el equipo y en darle todo a ellos, después lo que digan desde afuera no me interesa.
—Tus compañeros te referencian mucho dentro del grupo,¿ qué sentido tiene eso para vos?
—Eso sí me pone contento, orgulloso y eso no marca otra cosa que es la educación que tengo desde chico y que me dieron mis viejos. Te juro que eso sí me importa y mucho, el otro día leí la nota que le hiciste a la Chancha Zárate y cuando dijo que yo era una buena persona me puso muy feliz.
Un tema que recuerda
—Hace un par de días vi en el archivo del diario las pintadas a pocas cuadras de tu casa, donde te trataban de cagón… ¿te acordás?
—Como no me voy a acordar, pero te digo que lo taparon hace poco, ese fue un año en donde jugué muy poco y para colmo dijeron barbaridades sobre mí y no me las olvido, por eso cuando sea el tiempo justo te las voy a decir y no me voy a callar nada, pero ahora solo pienso en jugar, aunque en ese momento era seguramente más fácil echarnos la culpa a nosotros y no asumir otro tipo de cuestiones.
—Tenés una bronca acumulada.
—La verdad que tenés razón, puede ser que esté así, pero hoy tengo la mente en otras cosas más importantes que acordarme de esos malos momentos, pero te repito yo no me olvido de muchas cosas feas que se dijeron sobre mí.
Chapa de candidato
—¿Te gusta que se los tilde de candidatos?
—Sí, obvio, yo fui a jugar a Talleres, peleamos el descenso todo el año y jugué un partido de promoción para no descender, te aseguro que es lo más feo que existe. Por eso este presente debemos disfrutarlo y sabemos que si continuamos de esta manera podremos lograr cosas importantes.
—De peso o de mochila para vos eso no existe.
—No para nada, me gusta que nos traten así. Eso significa que nos tienen en cuenta y eso se debe a que estamos trabajando muy bien y sabés qué… hoy trabajamos con alegría y sus frutos están a la vista.
“Estoy muy contento porque arrancamos como queríamos este 2011, pero también sabemos que esto es muy largo y debemos ir muy tranquilos”, fue la primera frase del mediocampista.
Van por más…
—¿Qué pensás que debe cambiar el equipo, a pesar del excelente momento que están pasando desde lo deportivo?
—Siempre hay que perfeccionarse, más allá de los resultados positivos, por ejemplo en el caso mío es tener mayor tiempo la pelota. Creo que no llegamos al techo en ese punto y por eso tenemos que seguir trabando en eso; si bien le agarramos la mano, para mí nos falta.
— Ese tema te toca a vos.
—Seguro que es un tema en el cual soy uno de los responsables y lo asumo sin drama. Pero es cierto que con los buenos resultados uno trabaja más tranquilo.
—¿Qué otra cosa pensás que tendrías que corregir?
—Por ejemplo en patear más al arco porque en la posición que tengo en la cancha puedo tener más posibilidad de meter varios goles. Esa es una meta que me puse en lo personal para este año.
Compromiso total
—¿Cuál es la base de este presente?, no solo apunto a lo deportivo.
—A la confianza que nos dio Darío desde varios aspectos, el iniciar este ciclo con los mismos jugadores que terminamos el año pasado, el buen compañerismo que hay en el grupo y la competencia sana que existe, son algunos puntos fuertes.
—Sos una persona que siempre resaltaste la parte humana del grupo.
—Es así como te lo cuento, la verdad que somos un plantel muy unido, vos estás con nosotros todos los días y sabes que es así. Tanto sea el que juega como el que está afuera, somos todos iguales.
—Acá no hay estrellas.
—Es como decís. Todos estamos iguales, con dos piernas, dos brazos y todo... jajaja. Hablando en serio, nadie es más que nadie y eso lo entendemos, es la única manera de conseguir el objetivo que estamos buscando.
—Sos un tipo que no te gusta mucho que a veces te destaquemos por sobre el resto.
—En eso tenés razón. Decime una cosa, de que sirve que por ejemplo yo sea la figura en un partido si el equipo pierde… no sirve de nada, por eso todos tenemos bien claro lo que debemos hacer como conjunto. Sí me pone contento que se diga que estamos jugando bien, eso si me gusta como grupo.
Un Rosales aplomado, maduro
—Uno nota que vez las cosas más tranquilo y ya no te calentás tanto.
—Solo se que tengo que pensar en mi trabajo, en el equipo y en darle todo a ellos, después lo que digan desde afuera no me interesa.
—Tus compañeros te referencian mucho dentro del grupo,¿ qué sentido tiene eso para vos?
—Eso sí me pone contento, orgulloso y eso no marca otra cosa que es la educación que tengo desde chico y que me dieron mis viejos. Te juro que eso sí me importa y mucho, el otro día leí la nota que le hiciste a la Chancha Zárate y cuando dijo que yo era una buena persona me puso muy feliz.
Un tema que recuerda
—Hace un par de días vi en el archivo del diario las pintadas a pocas cuadras de tu casa, donde te trataban de cagón… ¿te acordás?
—Como no me voy a acordar, pero te digo que lo taparon hace poco, ese fue un año en donde jugué muy poco y para colmo dijeron barbaridades sobre mí y no me las olvido, por eso cuando sea el tiempo justo te las voy a decir y no me voy a callar nada, pero ahora solo pienso en jugar, aunque en ese momento era seguramente más fácil echarnos la culpa a nosotros y no asumir otro tipo de cuestiones.
—Tenés una bronca acumulada.
—La verdad que tenés razón, puede ser que esté así, pero hoy tengo la mente en otras cosas más importantes que acordarme de esos malos momentos, pero te repito yo no me olvido de muchas cosas feas que se dijeron sobre mí.
Chapa de candidato
—¿Te gusta que se los tilde de candidatos?
—Sí, obvio, yo fui a jugar a Talleres, peleamos el descenso todo el año y jugué un partido de promoción para no descender, te aseguro que es lo más feo que existe. Por eso este presente debemos disfrutarlo y sabemos que si continuamos de esta manera podremos lograr cosas importantes.
—De peso o de mochila para vos eso no existe.
—No para nada, me gusta que nos traten así. Eso significa que nos tienen en cuenta y eso se debe a que estamos trabajando muy bien y sabés qué… hoy trabajamos con alegría y sus frutos están a la vista.
Diario Uno.
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