Tigre no salió a jugar el segundo tiempo de la final de la Copa Sudamericana que perdía 2 a 0 ante San Pablo en Brasil por una brutal agresión al plantel y cuerpo técnico en la zona de vestuarios.
La entidad mayor del fútbol sudamericano dio tiempo hasta hoy para que ambos clubes presenten sus pruebas en la frustrada final, que a pesar de no finalizar, tuvo premiación con entrega de Copa y vuelta olímpica a San Pablo.
El presidente del club de Victoria, Rodrigo Molinos, se reunió anoche con el titular de AFA, Julio Grondona, en un encuentro privado en el que hablaron sobre los hechos ocurridos el pasado miércoles 12.
Para la próxima Copa Libertadores, tanto Tigre como San Pablo son dos de los doce equipos que tienen que jugar la primera fase, que otorgará los últimos seis lugares para la fase final, animada por 32 clubes.
Tigre perdía 2 a 0 en el Morumbí de San Pablo cuando durante el entretiempo el plantel, cuerpo técnico y algunos directivos, fueron agredidos por la policía brasileña y custodios privados del San Pablo, por lo que decidió no jugar la segunda etapa.
Por último, Tigre solicitó anoche un cupo extra para reforzar su plantel por el mediocampista Emmanuel Pío, quien sufrió un grave accidente automovilístico hace casi dos meses y tendrá para más de medio año para volver a competir.
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