Pizzi iba caminando solo desde el gimnasio hacia una de las canchas auxiliares cuando tuvo su primer contacto con los periodistas. "¿Cómo andan, todo bien? Ya estamos tirando bombas, eh", dijo el técnico entre risas. A un costado estaba el móvil de Canal 5, con quien el DT había pactado una nota. Con el resto lo iba a hacer el jueves, el día que fijó (desde la semana pasada) para hablar. Pero después de bañarse se arrimó al grupo de trabajadores de prensa y dijo: "¿Quieren que hablemos?" El entrenador tenía cosas que decir, con el respeto de siempre, pero con un disgusto pronunciado por algunas opiniones que aparecieron tras la derrota en Córdoba. "Estoy un poco decepcionado con los comentarios de algunos de ustedes. Pensé que podían ser un poco más objetivos. También reconozco que son las reglas del fútbol, que cuando se gana está todo bien y cuando se pierde pasa a estar todo mal. Por ahí es uno solo el que lo dijo, pero voy a seguir tratándolos de la misma forma a todos", tiró Pizzi cuando alguien le dijo "estás caliente...".
"En lo particular, cuando ganamos trato de tener la misma objetividad que cuando perdemos. Les pido a ustedes que también sean de la misma forma, porque por ahí algunos de ustedes, o colegas suyos, varían mucho entre lo que hacemos cuando ganamos y lo que no hacemos cuando perdemos. Entonces esa distancia es demasiado grande como para poder ser equilibrados como a mí me gusta", sentenció el técnico, quien no habló sólo de eso, sino de cosas muy puntuales del partido contra Instituto. Siempre con mucha firmeza en su discurso.
—¿Qué magnificó la derrota?
—Hagan la valoración que tengan que hacer. No creo hacer demasiada diferencia en lo que hablo de un partido a otro. Cuando ganamos, cuando empatamos o cuando perdemos, siempre digo que tenemos que mejorar.
—¿Qué te molestó?
—La sensación que se transmite a través de ustedes de que hay problemas donde realmente yo no puedo vislumbrarlos y donde hace una semana esos problemas eran virtudes.
—¿Por ejemplo?
—Hagan el análisis ustedes. Yo simplemente les doy la referencia.
—Muchas veces el análisis está en la calle, sin que lo baje la prensa.
—Un equipo que no tiene una identidad y un estilo de juego no arrastra 15 mil personas para jugar en Córdoba. La desilusión que tiene la gente es la misma que la que tenemos nosotros, pero que no la pueden tener ustedes. Tienen que ser más objetivos. Ni ponerse tan contentos cuando ganamos ni tan tristes cuando perdemos. Eso déjenlo para los hinchas, para los jugadores o los entrenadores. Me gustaría que fuese todo más equilibrado.
—Pero es la gente la que también tiene cuestiones personales con ciertos futbolistas.
—De eso también hagan una evaluación ustedes. A veces elogian rendimientos individuales y la semana siguiente parece que todo lo que dijeron no sirviese para nada. Eso no quita que uno no vea errores.
—Del lado de la prensa no se le encontraba sentido al ingreso de Vismara...
—No puedo contestarte eso porque hablás de una hipótesis. Si yo hubiese jugado el partido 11 contra 11 con este sistema y hubiésemos ganado dirían "mirá que fenómeno Pizzi". Pero no se dio, por una circunstancia, ni a favor mío ni a favor de nadie, entonces no tenemos parámetros para hablar de eso. Ni los que critican ni yo que lo hice convencido de que me podía salir bien. Si fuimos iguales contra un gran equipo como Instituto con un jugador menos y teniendo en cuenta que el jugador expulsado (Medina) es uno de los más desequilibrantes, imaginen lo que hubiera ocurrido 11 contra 11. Tengo margen para que tengan dudas si el movimiento táctico estuvo bien o mal. No me voy a colgar una medalla que no me corresponde, pero no creo que tengamos que evaluar un planteamiento táctico que no pudimos ver reflejado porque a los tres minutos cambió drásticamente.
—Planificaste la semana de una manera y horas antes lo cambiaste.
—Sí, pero porque en las últimas tres horas tuve un imprevisto, en una posición en la que el jugador tiene características para llevar a cabo un trabajo táctico. La alternativa, si bien tiene otras virtudes, no me daba lo que buscaba en ese sentido.
—¿No pensaste para el segundo tiempo en el ingreso de Toledo?
—Era una posibilidad, pero yo tengo que tomar decisiones y veía mejor, por las características del equipo rival, que íbamos a entrar más por velocidad que por juego aéreo. Evidentemente eso no sucedió.
El mensaje“Que la gente esté tranquila que vamos a ascender. Vamos a seguir trabajando y los hinchas saben del esfuerzo de este equipo y el premio se lo vamos a dar cuando termine el torneo”, fue el mensaje de Pizzi.
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