Un punto que suma pero no conforma. Así se podría definir el empate 1-1 entre Independiente y Huracán. Es que el equipo de Parque Patricios fue muy mezquino, no tuvo ideas y la Lepra por voluntad, juego y oportunidades mereció los tres puntos. Sin embargo y más allá de que continúa fuera de la zona roja de los promedios, los dos puntos que se escaparon duelen y mucho. Ya son cinco los partidos en que la Lepra no puede cantar victoria y ahora el gran desafío tiene nombre: Aldosivi de Mar del Plata. Como lo había planificado durante toda la semana Claudio Del Bosco, Independiente fue protagonista. Con un dibujo táctico muy ofensivo, se plantó en el césped del Bautista Gargantini con un 4-3-3. ¿La sorpresa? La presencia de Abel Peralta, el juvenil de la Lepra que sorprendió durante la semana y relegó a último momento a Franco Quiroga al banco de relevos. Y la gran apuesta del cuerpo técnico leproso tuvo saldo positivo. Al minuto, el local estuvo a punto de abrir el marcador. Pero el cabezazo de Pablo De Miranda se fue besando el segundo palo de Lucas Calviño. Esa jugada de tiza y pizarrón fue la carta de presentación de Independiente, equipo que dominó los hilos del juego. Fue todo de color Azul. Los volantes leprosos recuperaron cuanto balón se propusieron pero como ya es una costumbre, el dueño de casa sufrió la falta de creatividad para romper el arco rival.El equipo de Claudio Del Bosco cuando no pudo penetrar la última línea defensiva del Globo, inquietó a Calviño con pelotas paradas y algún disparo de larga distancia de Marcos Brítez Ojeda o Diego Caballero, un recurso que se utilizó mucho la fecha pasada en Caballito. En el complemento, el trámite del juego fue una excelente radiografía del primer capítulo. Fue todo de la Lepra, equipo que tuvo voluntad, coraje y, por momentos, algo de fútbol. Sin sobrarle muchos argumentos tácticos, Independiente volvió a acorralar al equipo de Néstor Apuzzo contra su arco y convirtió a Lucas Calviño como la gran figura del juego, hombre responsable de tapar dos mano a mano que a la postre fueron decisivos. Del Bosco metió mano en el banco y con la frescura de Lorenzo y Pérez, la Lepra lo tuvo contra las cuerdas pero falló en el golpe final. Por tarjetas ganó Independiente. Sin embargo, no lo supo noquear al Globo y sólo cosechó un punto que dejó un sabor agridulce. http://www.losandes.com.ar/notas/2012/3/18/juego-coraje-merecio-630671.asp
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