"EL RETORNO DEL GRANADERO"

Mateo, que juega en los Cebollitas, tiene los ojos sobresaltados. Instituto, su club, acaba de ganarle a Gimnasia de Jujuy. Y él, de la mano de su padre, estuvo hace unos minutos en el vestuario ganador, mirando de cerca a sus ídolos. Y el premio mayor fue que Leandro Lázzaro, ese héroe inalcanzable, le regaló su camiseta. La misma con la que, un rato antes, gritó un gol de cara a la popu albirroja. “La voy a usar para dormir”, dice, mientras camina junto a papá por los pasillos del Monumental.Fue después, camino a casa, cuando lanzó la frase que derrumbaría cualquier muralla. “Papá, volvé. Quiero verte jugar con la camiseta de Instituto. Porfa...”, dijo Mateo Klimowicz, mientras Diego (su papá), no pudo manejar sus sentimientos. Esa lesión en la cadera ya no duele como antes. Y tanta insistencia de parte de los directivos de Alta Córdoba, finalmente, surtió efecto. “Si no me duele más, voy a jugar”, le prometió Diego.El 17 de julio, apenas Klimo pisó Córdoba, tuvieron un almuerzo donde le pidieron que se calzara otra vez la 9 de la Glo. Pero el goleador se negó, ya que su dolencia en la cadera hacía “imposible” cualquier sueño de retirarse jugando en Instituto. Ni siquiera pudo patear la pelota en aquel amistoso ante Chacarita, del 31 de julio, cuando fue homenajeado en el Monumental. El pacto entre Klimo y la dirigencia fue que siguiera ligado al club “en el puesto que él decida”, según dijo Barrera.Los días fueron corriendo, y Klimowicz fue regresando lentamente a su anterior vida. Mucho más en familia. La que incluye llevar a entrenar tres veces por semana a su hijo Mateo al predio de La Agustina. Allí, más de una vez tuvo largas charlas con el plantel profesional. Y también con el DT Vivas, con el que mantiene una fluida relación. Además, fue a la cancha a ver a la Gloria cada vez que pudo. Así, le fue picando otra vez el bichito. Algo que explotó con el pedido de su hijo. El Granadero se mantiene en silencio por ahora. Pero su entorno más estrecho lo confirmó: Tras análisis con médicos cordobeses, viajará a Buenos Aires. “Está haciendo consultas con diferentes especialistas. La idea es hacer un tratamiento, para que le inyecten un gel en la parte afectada. Si se recupera, va a jugar. Va a hacer la pretemporada y allí va a analizar”, le confesó a Día a Día el vicepresidente Francisco Ruiz. Todo un notición para Vivas, que ya dejó en claro que lo quiere en su equipo.Un deseo tan fuerte como el de Mateo. Ese niño que juega en los Cebollitas de la Gloria. Y que le pidió a su papá que vuelva a jugar...Por Hernan "Titulos locos" Laurino Dia a Dia.Foto Diego Roscop.