martes, 14 de septiembre de 2010

DELIRIOS TACTICOS


Toda idea nace en algún lugar. A veces, esos sitios permanecen clausurados y ellas sólo pueden verse plasmadas cuando se ejecutan. Otras tantas surgen de sitios íntimos donde los hombres quedan en la absoluta soledad. Allí, viajan hacia el fondo de sí mismos, perdiéndose entre fichas, planillas, pizarrones y libros. En el profundo silencio, apenas murmuran las ideas, esas jugadas que tienen una fecha de nacimiento. Y en esa atmósfera, Marcelo Bonetto, el técnico de Racing, armó su propio laboratorio. Es un mundo aparte, dentro del mundo de todos los mortales. El propio Bonetto le abrió la puerta de su casa a Día a Día. Después de atravesar un living comedor, un pasillo angosto deja sobre la derecha una puerta entre abierta. Al cruzarse esa frontera, se ingresa a otra dimensión. “Acá es dónde estoy siempre. Por ahí viene mi señora; mis hijas casi no entran. El único que me hace compañía es Pedro, mi gatito negro de la suerte”, arranca el DT. Y Pedro, fiel a su técnico, asoma su cabecita como un marcador central rechazando.“En este lugar comienzo y termino los partidos. Es un espacio muy íntimo donde uno proyecta los partidos, analiza jugadores y variantes. Estoy repleto de fichas de partidos con anotaciones colectivas e individuales de mi equipo y también del rival”, expresa, mientras las mira apasionado.Sobre un escritorio de madera, impecable y lustroso, hay carpetas, fichas y canchitas dibujadas. “Necesito estar solo. Tener tranquilidad y aislarme de lo que pasa en el resto de la casa. Es un ámbito muy importante para mí”, se sincera y una risa aparece en sus finos labios. Detrás del él, lo custodia un porta DVD. Tiene varios. Se da vuelta y toma al azar. “Tengo todos los compactos de los partidos jugados hasta la cuarta fecha. Son imágenes que uno consigue. Las veo, analizo y busco corregir cosas”, sostiene con su rostro distendido.En sus ojos resplandece la luz segadora de una notebook. Pero ya habrá tiempo para hablar de su mañas en Internet. Sobre su derecha, en diagonal, surge un ropero blanco con dos puertitas. Adentro varios libros apretujados no pueden ni respirar. “Son libros de táctica, estrategia. Guías viejas de la B Nacional y el Argentino A.” Pero, entre todo ello, puede leerse el Fútbol a sol y sombra, del escritor Eduardo Galeano. ¿Bonetto también lee literatura? “Al libro de Galeano me lo regaló mi amigo Fabián López para un cumpleaños. Soy de los que piensan que de todo se puede aprender y trasladar al ámbito del fútbol. Lo importante es estar abierto a todo y saber escuchar”, reflexiona mientras que Mariana, su esposa, deja en el laboratorio unos cafés de la casa.Obsesivo dicen. Más de una vez, se catalogó al técnico académico como un obsesivo del trabajo. Lo dijeron varios de los jugadores que fueron dirigidos por él. Al respecto, Bonetto tira una pregunta. “¿Obsesivo en relación a quién? Sucede que un día mío es con una hojita y varias canchitas. Así voy diagramando cosas. Al día, al menos hago seis canchitas con situaciones de juego que se me ocurren y diagramo ideas que van saltando. Si yo no hago eso, no es día, no me siento”, dice convencido en su espacio.–¿No corrés el riesgo de cansar al jugador con tantas cosas?
–No. Digamos, trato de marcarle las falencias de los rivales y puntualizo el trabajo en la defensa. Y no es que sea un técnico defensivo, sino que el ataque lo dejo librado a la creatividad de los jugadores. El tema es no mecanizarlo ni hartar a los jugadores; ahí es complicado.Aquel que ha visto dirigir a Bonetto se pregunta si alguna vez disfruta. Si se permite gozar con un resultado o si jamás se relaja. “A medida que pasa el tiempo uno aprende a disfrutar. Los años te permiten ir acomodándote a las circunstancias. No obstante, mis mejores momentos son después del partido, si ganamos”, aclara el DT y, ahí nomás, lanza: “Ahora, si perdemos... está todo mal”.Cuando dice “todo mal” sus gestos se atrofian. Calla durante algunos segundos. “Si pierdo hay silencio. Vengo y me encierro en este lugar para aislarme”. Y, luego, se anima a una confesión: “Antes discutía, me descargaba con gente que no tenía nada que ver. Por eso me aislo, veo películas, sino exploto”, admite y cuenta: “Rafael Linares (psicólogo de Instituto) me aconsejó un par de veces, pero los años te hacen aprender a vivirlo”.–¿Considerás conveniente vivir el fútbol de esa manera?
–Yo creo que hay que vivirlo pero no pasarse de vueltas. Sobre todo el día del partido ya que, desde la tranquilidad, podés analizar mejor al rival. hay momentos que desde el banco uno trata de contagiar. Trato de actuar como yo siento.Allí, en su laboratorio, una ventana permite que la claridad del sol ilumine la escena. Y él sigue laburando...Autor Jose Santiago-Dia a Dia

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ESE SI ESTA LOCO POR EL FULBO EH? MUY BUENA LA PAGINA ME VOY A TOMAR UN FERNET CON ARRIETA CHAU

Anónimo dijo...

ESE SI ESTA LOCO POR EL FULBO EH? MUY BUENA LA PAGINA ME VOY A TOMAR UN FERNET CON ARRIETA CHAU

Anónimo dijo...

ESE SI ESTA LOCO POR EL FULBO EH? MUY BUENA LA PAGINA ME VOY A TOMAR UN FERNET CON ARRIETA CHAU