Convencimiento. Pragmatismo. Solidez. Autoridad. Categoría individual. Funcionamiento colectivo. Enarbolando estas banderas el equipo de Alfredo Jesús Berti despachó ayer con una suficiencia apabullante a Argentinos y volvió a ubicarse en lo más alto del torneo Inicial. La gran virtud rojinegra es que sigue haciendo fácil lo que en la previa de los partidos parece difícil y así no detiene su paso ganador, implacable y que incluso hace que los rivales terminen pidiendo clemencia como ocurrió ayer con el Bicho. Otro golazo de Maxi Rodríguez en la primera etapa y la yapa que fue el segundo que anotó Pablo Pérez tras una avivada de Casco, decoraron un resultado tan justo como trascendente para seguir arriba de todos. Por eso el aplauso cerrado que bajó varias veces de la tribuna para premiar a un equipo que da gusto verlo jugar.
Esta vez estuvo la elección de jugar sin un nueve clásico por la lesión de Trezeguet y el sustituto fue Fabián Muñoz. Por ello en la ofensiva no hubo posiciones fijas y el Morterito de Rufino alternó en el frente de ataque con Maxi y el Negro Figueroa, lo que también complicó al lento equipo de Caruso. El cerebro fue otra vez Bernardi. El patrón del medio Mateo. Y atrás Heinze sacó todo. Newell's volvió a ser un relojito.
El Rojinegro monopolizó la pelota desde el inicio y no tardó en generar chances netas. La idea del pizarrón de Berti fue hacer ancha la cancha con las trepadas de Casco y Kichu Díaz. Y mover la pelota hasta encontrar las grietas.
El iluminado Bernardi habilitó profundo a Casco, el ex Gimnasia lanzó el centro y Díaz del otro lado le dio mordido. Argentino no salía y Newell’s cuidaba las formas.
A los 20’ llegó la apertura leprosa. El Juez Silvio Trucco otorgó la ley de ventaja con criterio tras una mano de Miranda en la mitad de la cancha. Entonces Figueroa metió un pase profundo a Maxi, que cuando paró la pelota ya sabía lo que iba a hacer. Entró al área en velocidad por la derecha y con poco ángulo sacó un latigazo bajo que se coló en el segundo palo de Migliore. Golazo que hizo explotar al Coloso. El crack que tiene Newell’s definió de manera impecable.
Newell’s pudo cerrar la historia. Trucco vio una falta demasiado fina a Muñoz dentro del área y sancionó penal. Fue la Fiera, pero adivinó Migliore volando sobre su izquierda y ahogó el grito. Argentinos siguió a un gol de diferencia.
En el complemento Argentinos se adelantó unos metros y dio más pelea en el mediocampo. Igual Newell’s hacía circular el balón vía Bernardi y un Pablo Pérez que jugó de menor a mayor. Y cuando el Bicho buscaba progresar Mateo y Heinze copaban la parada.
El minuto clave del complemento fue el 24. Porque allí hubo acciones frente a los arcos que terminaron de finiquitar la historia del partido. El ingresado Iñíguez mostró los dientes y con un remate desde 25 metros abolló el travesaño, en la jugada más clara que generó el Bicho. Pudo ser el empate. Pero en la contra Newell’s lo liquidó. Casco ganó la cuerda por la izquierda, fue astuto para quedarse con la pelota y lanzó el centro atrás para la entrada solitaria de Pablo Pérez, que le dio de primera y sorprendió a un Migliore que se le escurrió el balón por debajo de su cuerpo. El 2 a 0 decretó el final anticipado.
Newell’s se floreó hasta el epílogo y Argentinos asumió la superioridad mansamente. Así la Lepra recuperó la cima que le había quitado el sábado San Lorenzo con una solidez apabullante. Y va por más. Es el más bicho de todos.
La Capital.
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