Con garra, corazón y mucho amor propio, Central dio vuelta un partido increíble, vibrante y emotivo ante Defensa y Justicia con un hombre menos y se quedó con un triunfo merecido, que tiene el plus de haberlo dejado en la punta del torneo, con 37 puntos, junto a Instituto. Fue épico, porque lo consiguió con un hombre menos, lo dio vuelta en medio de la adversidad y tras estar dos veces en desventaja en un partido muy chivo.Lo que cuesta vale, deben decir los jugadores y cuerpo técnico de Central, que festejaron el triunfo con alma y vida, concientes de que era un partido muy complejo pero que necesitaba quedarse con la victoria para seguir prendidos en los puestos de privilegios. Y se dio todo como lo esperaban, porque con sufrimiento y agonía se quedó con una victoria merecida que le permite llegar a la punta del torneo, en la que alcanzó a Instituto. Y a la que mañana puede sumarse River en caso de que venza a Chacarita.A Central le salió en el complemento todo lo que no le salió en la primera parte del partido cuando fue ampliamente superior a su rival, pero no lo pudo plasmar en la red.Es que si bien tuvo chances para igualar en el arranque de esa etapa, cuando Lequi no le acertó el cabezazo al arco cuando había fallado el arquero Perafán, el equipo asomó tras la conquista de Antonio Medina, a los 19' del complemento, tras guapear una pelota en el área. A esa altura ese tanto fue un premio para el delantero que había sido una de las pocas armas desequilibrante de su equipo.
Por entonces, Central ya jugaba con diez por la infantil expulsión de Rafael Delgado, a los 14', que le entró muy mal a Aguilar.Pero para que la victoria de Central fuese más épica, Defensa y Justicia aprovechó otro quedo defensivo para que Benítez pusiera nuevamente arriba al Halcón de Varela y generara el desconcierto y una sorpresa mayúscula en el Gigante.Pero el equipo de Pizzi sacó a relucir todo su amor propio y garra -sustentado en su excelente preparación física- y en tres minutos dio vuelta un partido que venía patas para arriba. Primero con el cabezazo goleador de Matías Lequi, quien hacía mucho venía buscando el gol pero recién lo pudo concretar hoy, y después en la aparición goleadora de Gonzalo Castillejos, cuando no, quien le pegó mordido al gol, tras un rebote en el travesaño a un disparo desde fuera del área de Biglieri.Aunque con angustia y en la agonía del partido, Central ganó y eso para los hinchas no sólo es lo más importante sino lo único. Mucho más si se tiene en cuenta que con esta victoria llegó a la cima del torneo.Pero el cuerpo técnico encabezado por Pizzi deberá seguir trabajando y mucho para pulir algunos errores y detalles de un equipo que ataca con mucha gente, pero al que muchas veces le falta fútbol y precisión en la puntada final. Dos aspectos que en ocasiones, como en el partido de esta tarde, lleva a que el equipo caiga en el desorden, la desorientación y quede fácil presa de la ansiedad.Pese a todo esto, hoy, al igual que el otro día ante Desamparados y la semana anterior a Guillermo Brown de Puerto Madryn, le alcanzó pero puede que no siempre sea así.De todos modos, eso es algo que el cuerpo técnico deberá revisar durante la semana, mientras tanto el pueblo canalla disfruta de un buen triunfo que le permitió llegar a la cima del torneo. Un premio a los merecimientos que acumuló el equipo en los últimos tiempos y que lo dejó en una inmejorable posición para su gran objetivo: el ascenso. La Capital.
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