"Siempre trato de tranquilizar a los jugadores, pero con incitaciones como las de hoy es muy difícil. Nosotros trabajamos muy duro y los futbolistas hacen un esfuerzo muy grande para llegar en las mejores condiciones, pero así pareciera que nos toman de boludos a mí, a los jugadores, a la institución...". Juan Antonio Pizzi no se guardó absolutamente nada. Archivó el bajo perfil que siempre mostró y descargó su bronca por lo que consideró un arbitraje "muy malo". Para graficar lo que sentía a la salida del vestuario, el DT canalla tiró: "No es lo mismo que te roben cinco mil pesos a que te peguen un tiro en la nuca".
"La valoración del partido está condicionada por un arbitraje muy malo, con un claro grado de perjuicio hacia nosotros. Lamentablemente sabemos que va a ser así, que van a hacer todo lo posible para obstaculizar nuestro camino hacia primera división, pero en ningún momento vamos a claudicar, incluso con arbitrajes en contra", esgrimió el entrenador auriazul, quien siente que "estamos luchando contra un gigante".
La consulta sobre si el gigante al que hizo referencia es River, Pizzi contestó: "No, es todo, no solamente River". Y agregó: Acá no hay que individualizar sino que es el entorno de la situación y de cómo está a B Nacional. Así y todo vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance porque estamos convencidos de que podemos ganarle a eso".
La calentura del DT era manifiesta ciento por ciento. Sus gestos hablaban por sí sólos, aunque claro, la dureza de sus palabras fueron más que contundentes.
"Me voy triste. No esperaba este resultado porque fuimos muy superiores en el primer tiempo, pero no nos alcanzó para meter un gol. Hay una autocrítica futbolística que sí debemos hacer, pero que como ya dije está condicionada por un arbitraje que terminó incidiendo en lo que pasó no sólo dentro de la cancha, sino también afuera, incitando a la crispación de mucha gente que está muy sensible por la situación y que ve que nos está perjudicando", enfatizó el entrenador.
*Final caotico.Las tres mil almas canallas que viajaron a La Plata desataron una verdadera fiesta. Así empezó y siguió la tarde en la tribuna visitante. Pero la historia terminó de una manera triste, con la bronca por el resultado adverso y la salida caótica de la precaria y poco segura cancha del Bosque.
Los hinchas no soportaron el polémico penal que le sancionaron a Valentini y algunos comenzaron a agitar el alambrado. Ahí la policía no reparó en que en la tribuna había mujeres y niños, y comenzó con los balazos de goma. Además algunos uniformados se metieron entre la gente con perros feroces que se abalanzaban contra los hinchas. Volaron algunas piedras y butacas y la salida fue caótica.
Cuando se estaba retirando el micro con los jugadores canallas, el encargado del operativo de seguridad le dijo a Ovación que hubo "cinco policías lesionados y que de parte de los simpatizantes visitantes no hubo heridos". La Capital.
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