Los hinchas de Unión vienen contando de a uno los partidos que faltan para el final. Son 13, es mucho y hasta no amerita que se diga que el equipo está en la cuenta regresiva. Pero también vale que a medida que pasa el tiempo, que transcurren los partidos y que Unión sigue mostrando esa imagen de solidez casi avasallante, las posibilidades de llegar al objetivo planteado crecen en forma considerable.
Es que Instituto y Atlético Tucumán, a priori, suponían dos paradas bravas para el equipo de Kudelka. Los cordobeses plantearon el partido como si se tratara de una final; y Unión, con una actuación muy firme en el aspecto defensivo, consiguió ganar en Alta Córdoba con aquella aparición “fantasmal” de Montero para conectar el pase excelente que le puso Rosales. Luego, con una cancha colmada de público, llegó el turno de recibir a Atlético Tucumán, que también vino a Santa Fe con la intención de robarle algo a Unión; el desenlace fue el ya conocido: victoria inteligente y seis puntos sobre seis en dos partidos muy complicados.
Dos de visita
Ahora, Unión tiene en el horizonte cercano (en apenas una semana), dos partidos de visitante que plantean, a priori, realidades diferentes en el terreno de las especulaciones: este viernes es el turno de ir al barrio Ludueña rosarino para visitar a Tiro, mientras que el próximo jueves llegará el turno de cruzar el Túnel para enfrentar a Patronato en Paraná.
El de este viernes es un partido raro a la hora del análisis previo. Se van a enfrentar dos equipos diametralmente opuestos en cuanto al análisis de las actualidades futbolísticas. Tiro Federal lleva siete partidos sin ganar, con cuatro empates y tres derrotas; Unión acumula once encuentros sin perder, habiendo ganado 8 de los últimos 9 partidos.
En 2011, Tiro no pudo ganar y Unión no perdió; mientras los rosarinos sacaron algo más del 20 por ciento de los puntos, los tatengues se quedaron con el 90 por ciento de los que disputaron en este año. Es “blanco” contra “negro”, sin dudas.
Se recita de memoria
Kudelka ha seguido los pasos del Coco Basile con esto de “recitar de memoria” los 11 titulares. Claro que por una cuestión lógica ha tenido que hacer algunos retoques. Primero fue la lesión de Correa y ahora las cinco amarillas de Avendaño. En ambos casos, el técnico apuesta a la presencia de un pibe que se ganó con creces la confianza de todo el pueblo tatengue: Diego Barisone.
Después, los mismos que vienen jugando desde el año pasado se repiten semana tras semana. Se asentó definitivamente Zurbriggen, a quien el tiempo y los partidos le dieron esa continuidad necesaria para llegar a un buen nivel; lo dicho de la dupla de centrales y el aporte inestimable de un jugador “de primera” como el Changuito Cárdenas. En el medio, Vidal y Pablo Pérez forman una dupla de volantes centrales que combina despliegue, sacrificio, quite y juego, complementándose con los tres que tienen la obligación de acompañar a Quiroga: Montero, Rosales y Velázquez.
A propósito, uno no se cansa de repetir lo mismo: Rosales ha sido un gran acierto de Kudelka, con lo cual Unión tiene una referencia muy válida a la hora de manejar la pelota; mientras tanto, Quiroga es el “9” ideal para este planteo, un jugador que además de goles (sin ser un tremendo goleador), aporta inteligencia, juego y sacrificio para no quedar al margen del funcionamiento táctico y estratégico de este equipo, que sin dudas sabe lo que tiene que hacer adentro del campo de juego.
Enfrente, Rebottaro trata de encontrarle la vuelta a un equipo seriamente amenazado por el promedio. Tiro Federal está en zona de promoción y zafa del descenso directo por los resultados de Almirante Brown. Pero a igual campaña de ambos hasta el final, la posibilidad de que los rosarinos se vayan al descenso es concreta. Para evitarlo, tienen que empezar a ganar en forma urgente. No es para confiarse, por lo tanto, aunque este Unión ha demostrado que sale a jugar cada partido de la misma manera, sea en Santa Fe o afuera, estando enfrente un equipo amenazado o uno que se tilde de candidato a ascender.
Es que Instituto y Atlético Tucumán, a priori, suponían dos paradas bravas para el equipo de Kudelka. Los cordobeses plantearon el partido como si se tratara de una final; y Unión, con una actuación muy firme en el aspecto defensivo, consiguió ganar en Alta Córdoba con aquella aparición “fantasmal” de Montero para conectar el pase excelente que le puso Rosales. Luego, con una cancha colmada de público, llegó el turno de recibir a Atlético Tucumán, que también vino a Santa Fe con la intención de robarle algo a Unión; el desenlace fue el ya conocido: victoria inteligente y seis puntos sobre seis en dos partidos muy complicados.
Dos de visita
Ahora, Unión tiene en el horizonte cercano (en apenas una semana), dos partidos de visitante que plantean, a priori, realidades diferentes en el terreno de las especulaciones: este viernes es el turno de ir al barrio Ludueña rosarino para visitar a Tiro, mientras que el próximo jueves llegará el turno de cruzar el Túnel para enfrentar a Patronato en Paraná.
El de este viernes es un partido raro a la hora del análisis previo. Se van a enfrentar dos equipos diametralmente opuestos en cuanto al análisis de las actualidades futbolísticas. Tiro Federal lleva siete partidos sin ganar, con cuatro empates y tres derrotas; Unión acumula once encuentros sin perder, habiendo ganado 8 de los últimos 9 partidos.
En 2011, Tiro no pudo ganar y Unión no perdió; mientras los rosarinos sacaron algo más del 20 por ciento de los puntos, los tatengues se quedaron con el 90 por ciento de los que disputaron en este año. Es “blanco” contra “negro”, sin dudas.
Se recita de memoria
Kudelka ha seguido los pasos del Coco Basile con esto de “recitar de memoria” los 11 titulares. Claro que por una cuestión lógica ha tenido que hacer algunos retoques. Primero fue la lesión de Correa y ahora las cinco amarillas de Avendaño. En ambos casos, el técnico apuesta a la presencia de un pibe que se ganó con creces la confianza de todo el pueblo tatengue: Diego Barisone.
Después, los mismos que vienen jugando desde el año pasado se repiten semana tras semana. Se asentó definitivamente Zurbriggen, a quien el tiempo y los partidos le dieron esa continuidad necesaria para llegar a un buen nivel; lo dicho de la dupla de centrales y el aporte inestimable de un jugador “de primera” como el Changuito Cárdenas. En el medio, Vidal y Pablo Pérez forman una dupla de volantes centrales que combina despliegue, sacrificio, quite y juego, complementándose con los tres que tienen la obligación de acompañar a Quiroga: Montero, Rosales y Velázquez.
A propósito, uno no se cansa de repetir lo mismo: Rosales ha sido un gran acierto de Kudelka, con lo cual Unión tiene una referencia muy válida a la hora de manejar la pelota; mientras tanto, Quiroga es el “9” ideal para este planteo, un jugador que además de goles (sin ser un tremendo goleador), aporta inteligencia, juego y sacrificio para no quedar al margen del funcionamiento táctico y estratégico de este equipo, que sin dudas sabe lo que tiene que hacer adentro del campo de juego.
Enfrente, Rebottaro trata de encontrarle la vuelta a un equipo seriamente amenazado por el promedio. Tiro Federal está en zona de promoción y zafa del descenso directo por los resultados de Almirante Brown. Pero a igual campaña de ambos hasta el final, la posibilidad de que los rosarinos se vayan al descenso es concreta. Para evitarlo, tienen que empezar a ganar en forma urgente. No es para confiarse, por lo tanto, aunque este Unión ha demostrado que sale a jugar cada partido de la misma manera, sea en Santa Fe o afuera, estando enfrente un equipo amenazado o uno que se tilde de candidato a ascender.
El Litoral.
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