martes, 8 de marzo de 2011

HERIDOS EN ATLETICO TUCUMAN


Se siente atado de pies y manos cuando sus gestos de guapo abatido señalan la silla de ruedas que lo llevará a todos lados hasta que le saquen la bota de yeso del tobillo izquierdo. "Estoy quebrado", dice con la voz casi a punto de apagarse. Un cúmulo de ira e impotencia luchan por arrebatarle las escasas sonrisas que le quedan en el tintero después de conocer el peor de los pronósticos. "Tengo fractura de peroné y rotura de ligamentos. Con viento a favor podré volver a la cancha en tres meses". Un trimestre puede ser corto para completar la recuperación: posoperatorio, fisioterapia, físico y fútbol...No interesa. "Si tengo que entrenarme en tres turnos todos los días de mi vida para volver a vestir una vez más la camiseta de Atlético lo hago", se enfurece "Fonda", hoy débil, frágil como el cristal. "No pude pegar un ojo en el viaje ni tampoco hoy (por ayer). Tengo la imagen grabada de mirarme el tobillo y verme el hueso para afuera. Me pasaron muchas cosas por la cabeza. Se me dio vuelta el mundo", se queja a los cielos y libera de toda culpa a Víctor Soto, el villano de esta película de terror."Vino a pedirme disculpas, a decirme que son cosas de un partido. La verdad, es entendible la situación. En mi lugar, aunque no sé si me tiraría así (abajo y al hueso), trataría de que no me hagan goles. Está todo bien con él. Es más, le pidió mi número a Stang para llamarme y ver cómo estoy". Así libera Fondacaro de todo cargo y sentencia al central de Patronato.
*Muchas lesiones.Hay dos tipos de cracks. Uno, el pibe que promete, que la pisa, que la entiende, que la lleva, que corre, que mete, y que si no fuera por su amigo, sería figura. El otro, el sonido del hueso. Y qué feo que suena, qué feo. Carlos Fondacaro lleva hoy consigo la marca de estos dos polos opuestos. Y no sólo él. Al ruido también lo absorbieron Lucas Ischuk, Javier Páez, Fabio Ramos y Héctor Álvarez, entre otros jugadores de Atlético. Los cuatro vienen rompiéndose el lomo para ser parte de los 11, pero en tres de los cuatro casos, el crack en las rodillas o hasta en el rostro terminó magullándolos y marginándolos de partidos importantes. Y si de decibeles se trata, es hora de percatarse de la alarma que suena a lo lejos. Las lesiones, imprevistas o no, empiezan a preocupar a Enrique Hrabina y a convertir lo que era un plantel numeroso en uno que comenzará a parchar las heridas suplicando ¡no más huecos!"Lo de Fondacaro va afectarnos porque no tenemos un jugador para hacer el recambio en esa posición. Ischuk está jugando al límite y Álvarez no está para aguantar todo el partido", pasó en limpio el DT."Es una noticia bastante mala. Las lesiones van a afectarnos porque, por más que tengamos un plantel importante, los que se nos caen son jugadores importantes; jugadores claves", confesó Gustavo Toranzo, que justamente ingresó por el suspendido Pautasso y ahora seguramente suplirá a "Fonda". Y cuánta razón tiene "Tora". En total, teniendo en cuenta a jugadores de la columna vertebral, a lo largo del campeonato el "decano" perdió a sus pilares en seis partidos completos: Páez se bajó en tres, Alvarez en dos (hasta ahora) y Ramos en uno. No es una cifra portentosa, pero hay que sumarle que en medio de los encuentros los de 25 de Mayo y Chile debieron reemplazarlos en cuatro cotejos. "Satanás" abandonó contra Rafaela e Instituto. Ischuk sufrió un topetazo contra Boca Unidos y también se fue a las duchas temprano. Lo mismo que Fondacaro el domingo. Una curiosidad: durante el partido contra Rafaela en el que Páez fue sustituido, Gastón Stang ocupó su lugar, pero por 18 minutos, ya que también debió salir por lesión. Estadísticas purasSi los pronósticos se cumplen, Fondacaro se perderá los siguientes 15 partidos. Apenas el lateral derecho chocó con el defensor, el doctor José Luis Saab puso manos a la obra. Durante 15 minutos se extendió su intervención con el efecto de ponerle un yeso y esperar a que llegase una férula. "Siempre que hay una luxación hay que reducirla en el momento. Por suerte se actuó bien y rápido", cuenta el médico.Sobre los trabajos indeseados en esta etapa de su trabajo en Atlético, se muestra resignado. "Son rachas, lamentablemente. Pero hay que resolverlas, para eso estamos", dijo.Curioso es el caso del profesor Roberto Fernández, quien se encarga de ponerlos en buena condición física y ve cómo en la cancha se destruye su trabajo de meses por culpa de un patadón, una zancadilla o un accidente. "Nosotros estamos contentos de cómo está el plantel físicamente, en cuanto al cansancio y esas cosas, pero estas situaciones dan bronca. Fondacaro es un tipo que nunca está cansado y nos va a limitar", reveló Fernández. También se encargó de destacar la labor de Saab. "Los médicos de Patronato lo felicitaron por el trabajo que hizo en el campo", elogió.En lo físico el plantel nunca lució abatido y hay un dato estadístico para corroborarlo: 18 de los 35 goles que Atlético lleva anotados los convirtió en segundos tiempos. Ello demuestra que hay piernas y potencia para lastimar al rival hasta el epílogo. O sea, es un equipo entero, pero diezmado por factores ajenos a los naturales.
La Gaceta.

No hay comentarios: