Al primer contacto, Mariano Martínez agradeció la idea de hacer una entrevista, aunque mucho no le guste esto de charlar y grabar palabras. Dice, prefiere el perfil bajo y no los flashes de una cámara de foto. Está claro, lo del ex delantero de Huracán y Aldosivi está en otro lado; dentro del rectángulo de césped dónde, siempre y cuando Solari confíe en lo que él pueda dar, tratará de entregar todo. "Vengo de hacer un semestre en cada club. Por suerte ahora llegué a Atlético, un club al que no me costó mucho decirle que sí porque sé que tiene serias pretensiones de ascender a Primera", explica el punta, que ayer estuvo entre los 11 elegidos por el "Indio". "A Solari no lo conozco personalmente. Nunca había hablado con él hasta ahora, pero seguro que él fue el que quiso que yo me sume a este proyecto", agregó Martínez, que mira de reojo a River y se enfoca en el "decano". "Este torneo va a ser muy fuerte, complicado, con River a la cabeza. Pero Atlético es un grande del interior y de la categoría. Siempre será protagonista. Tranquilamente este equipo le puede pelear a cualquiera. Aparte, es difícil venir al Monumental e irte con puntos", reconoce el hombre, sorprendido por los paisajes del "Jardín de La República". "Es muy lindo Tucumán, me encantó la ciudad", acotó. Sus objetivos se encuadran en el mismo casillero que el del resto de sus compañeros de plantel. "Cuando llego a un club, no tengo excusa: vengo a sumar y a tratar de jugar. Ojalá pueda hacerlo de titular, pero si me toca estar afuera lo haré de la misma manera. Lo principal en la formación de un grupo es que todos sean buenas personas y, como profesional, entregar todo en cada práctica y en cada partido", destaca Martínez, que deja de lado el deporte y cuenta su historia, rara si las hay, de cómo llegó a firmar en el "decano"."Me llamaron y me preguntaron si me interesaba venir. Yo no quería irme lejos y le pregunté a mi mujer: ’¿gorda, vamos a Tucumán?’. Ella dijo que sí y le confirmé al señor que vaya para adelante. Al otro día estaba firmando acá, je", se ríe el padre de Ezequiel, de 11 años y de Lautaro, con edad de preescolar. "Seguramente, Ezequiel va a jugar en Atlético", avisó y se despidió. Se agranda la familia.La Gaceta.
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