Un par de goles y una buena actuación del recuperado Lionel Messi bastaron al Barcelona para cumplir con el trámite del partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, de la que se quedó fuera el Getafe tras perder 6-0 en el global de una eliminatoria que vivió un segundo partido de tramite.
Desde el pasado 11 de noviembre Messi y Neymar no coincidían en el once titular. Aquel día, ante el Betis, el argentino todavía no había desaparecido de los terrenos de juego por una rotura fibrilar que ya ha olvidado. Era una de los pocos alicientes que presentaba un choque destinado a ser uno más de tantos que no quedan en el recuerdo.
Pero la jugada no le salió del todo bien al técnico argentino Gerardo "Tata" Martino, que pese a mimar a sus dos estrellas para tenerlos al cien por cien en el segundo tramo de la temporada, vio desde el banquillo como en la primera parte el brasileño tuvo que abandonar el césped con un esguince en los tendones peroneos de su tobillo derecho.
Fue la peor noticia para el conjunto azulgrana, que, por lo menos, pudo contentarse con el avance en el regreso total de Messi. Poco a poco, el internacional albiceleste va recuperando su mejor versión y hoy apuntó algún que otro detalle positivo para ilusionar a la parroquia barcelonista, necesitada de su figura para aguantar el empuje atlético y el orgullo madridista con Cristiano Ronaldo coloreado de oro.
Lo tenía fácil el Barcelona. Aparte de llegar a la cita con una renta cuatro goles de ventaja, enfrente tenía a un equipo tocado moralmente después de una pésima racha de resultados. Los hombres de Luis García sumaban cuatro derrotas consecutivas y no tenían el cuerpo para remontadas.
Lejos quedaba aquella de 2007, cuando ganó 4-0 al Barcelona en las semifinales de la Copa. Se clasificó para el encuentro decisivo pese a perder 5-2 en la ida con un gol estratosférico de Messi y alcanzó una de sus cotas más altas de fama en los diez cursos que lleva en la elite.
Pero siete años después corren otros tiempos y hoy tocaba apelar al orgullo para, por lo menos, intentar una victoria balsámica con la que afrontar el siguiente duelo con más moral. Lo intentó y aguantó hasta que apareció Messi al filo del descanso para rematar un centro de Cristian Tello desde la banda izquierda con el que acabó con cualquier atisbo de remontada.
Antes, aparte de lesionarse Neymar, el Getafe pudo adelantarse en el marcador con un trallazo a bocajarro de Juan Rodríguez que salvó Pinto como pudo. Fue el único instante de peligro para el Barcelona, que, con muchos jugadores que necesitan hacer méritos (Song, Bartra, Sergi Roberto o Tello), controló el partido sin problemas.
Tras el paso por los vestuarios la situación no cambió. El cuadro de "Tata" Martino dio un pequeño paso adelante y, aunque el Getafe se mostró voluntarioso con la salida de Pedro León al campo, no pudo evitar la derrota con un empate meritorio.
El partido estaba fabricado para la recuperación total de Messi y no defraudó con su segundo gol. Recordó su mejor versión tras deshacerse de cuatro rivales y del portero, Jordi Codina, que sólo pudo recoger el balón de la red de su portería tras la gran jugada del argentino.
En total, marcó cuatro de los seis tantos de la eliminatoria. Los últimos noventa minutos realmente fueron un trámite. Casi los 180, en los que el Getafe sirvió como entrenamiento para recuperar la mejor forma de Lionel Messi, que, definitivamente ha vuelto. Todavía no es perfecto, como hace tiempo. Pudo hacer el tercero, pero Codina evitó en un mano a mano la gloria del jugador franquicia del Barcelona. La perfección, de momento no existe, pero parece que está en camino.
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