¿Quién podrá negarle al hincha de Independiente la ilusión? Aquel equipo campeón del 2002 contaba con dos pilares fundamentales para crear el buen fútbol que desplegó el equipo de Rubén Américo Gallego: Federico Insúa y Daniel Montenegro. Hoy, 12 años después, el tiempo los vuelve a juntar con más experiencia y menos pelo en el mismo equipo, pero en una situación diferente.
El "Rojo" está obligado a salir campeón, pero esta vez no para clasificarse a las Copas internacionales donde supo brillar durante toda su historia, sino para poder volver a Primera, lugar del que, quizás, nunca debió haberse ido. El "Rolfi" pegó la vuelta para intentar esquivar el descenso y no pudo lograrlo, ahora es abanderado del regreso y a su lado se parará el "Pocho", quien firmó por 18 meses con la institución donde supo brillar en dos etapas (2002/2003 y 2004/2005).
"Vuelvo por el momento que está pasando Independiente. Quería estar en este momento. No era Junio, era éste. Para mi carrera y para lo que quería mi familia. Claro que es difícil, pero siempre le meto ganas y laburo. Sé que las canchas son difíciles, pero es fútbol", soltó el talentoso enganche en diálogo con Radio La Red tras su presentación formal en el Libertadores de América. "Yo no le voy a pedir a la gente que vea al Insúa de los 22 años, porque a mí también me encantaría tener las 'chapas' que tenía en ese momento. Quiero que la gente de Independiente quiera al Insúa que se vio en Vélez. Por esa vigencia estoy acá", agregó.
"La gente siempre me demostró su cariño. Ese día (en la despedida de Gabriel Milito) creo que hubo una reacción de parte de la dirigencia más que de la gente. Yo esperaba un lindo recibimiento, pero no eso. Estoy recontra agradecido. Es un cariño que me dieron siempre. Pasó mucho tiempo y recién ahora se pudo dar", sentenció el ex Vélez. Y sobre su ida a Boca en 2005 que generó una gran polémica, señaló: "Me parece que en ese momento tomé la decisión acertada como también ahora. La gente se dio cuenta y me lo demostró el otro día. Obviamente que alguien puede haberse enojado y lo entendí. Pero cuando volví en el partido con Milito me dio al sensación de cariño que yo siempre tuve. Lo que viví acá fue impresionante y las sensaciones que tuve cuando llegué fueron lo mismo".
Por último, confesó algunos detalles de la charla con Omar De Felippe, clave para que se finiquite la operación 'retorno': "Voy a jugar donde me necesite. Es un complemento más que esté llegando. No lo veo de otra manera. Si bien el equipo de a poquito se ve que está afianzando, está en una situación difícil pero en posición de ascenso que debe mantener. Hablamos de las ganas. Me dijo: 'te necesito, me encantaría que vengas'".
Infobae.
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