El primer refuerzo de Rosario Central ya es un hecho. Después de haber estampado la firma en el contrato (un año a préstamo y con opción de compra), Leonardo Monje ya puede ser considerado jugador canalla. El delantero chileno sorteó ayer los trámites de rutina y por la tarde rubricó en los papeles su incorporación al plantel que conduce Juan Antonio Pizzi. Después de hacerlo expuso sus sensaciones. Habló de la "felicidad" y el "agradecimiento" que le produjo el interés de parte del club de Arroyito y en tren de promesas habló de "esfuerzo y sacrificio", pero no dejó de lado el rubro goles. "En los últimos años marqué muchos en el fútbol chileno y haciendo eso sé que puedo ayudar para que Central vuelva a primera", argumentó la Pulga. Anoche durmió en el hotel de Arroyo Seco y hoy viajará a Chile, donde pasará el fin de año en familia. El 2 de enero estará nuevamente en la ciudad y ya el 3 comenzará a trabajar con el resto del grupo.Ataviado con pantalón y saco negro, con rayas blancas, Monje arribó a la sede alrededor de las 18, un par de horas después de lo previsto. Es que antes sorteó la revisión médica. Según el atacante "en estas pocas horas que llevo en Rosario la gente me demostró mucho cariño. Ese recibimiento me puso muy feliz. Tengo palabras de agradecimiento", dijo. Y agregó: "Me siento muy bien por haber llegado a un club grande de la Argentina".No fueron muchos los minutos que anduvo por las calles rosarinas, pero algunos hinchas ya le dieron la bienvenida. "Vamos Monje. Mirá que venís al más grande de la Argentina", le gritó un simpatizante cuando el futbolista bajó del primer piso de la sede y se dirigía a la tienda oficial del club para realizar la producción de fotos."El compromiso va a ser responderle a todos la confianza que mostraron y el esfuerzo que hicieron para traerme, tanto a los dirigentes como al cuerpo técnico, porque todos mostraron mucho interés. A eso se responde con mucho trabajo, sacrificio, responsabilidad y sobre todo con goles. Mi idea es poner nuevamente a este club en primera división", apuntó el delantero de 30 años, 1,67 metro y 105 goles en 270 partidos en el fútbol trasandino.El alto porcentaje de goles, más allá de que se trate de un delantero que juega por afuera, fue precisamente uno de los temas en cuestión. "En los últimos años marqué muchos goles en Chile y haciendo eso sé que puedo ayudar a Central para que vuelva a primera. Ojalá que acá también se pueda dar eso de convertir". Y sobre sus características de juego dijo: "Tengo mucha movilidad, esfuerzo y también sacrificio. Por supuesto también el estar atento en cada jugada dentro del área para tratar de convertir".
—¿Qué charlaste con Pizzi?
—Hablé poco. Tuve un acercamiento hace algunos días, pero ya lo vamos a hacer más ampliamente cuando comencemos a trabajar.
—¿Cuánto influyó esa charla que Pizzi tuvo con vos en Chile para optar por Central?
—A Juan lo conozco hace dos años, cuando dirigía en Chile porque me quiso llevar a Católica y en este acercamiento volvió a demostrar mucho interés. Cuando esto se dio no dudé en venir a la Argentina y ahora me queda responderle dentro de la cancha a todo ese esfuerzo que hizo para poder contar conmigo.
—¿Qué referencias tenías de Central antes de que el club te contactara?
—Siempre veo mucho fútbol y por eso conocía bastante del club. Obviamente puse mucho más énfasis en Central cuando apareció el interés. Sé que es uno de los clubes más antiguos de la Argentina y con mucha historia. La verdad que estoy contento de haber llegado.
—¿Cuál es el mensaje para la gente de Central?
—El mensaje es que vamos a dejar todo en la cancha para que todo el apoyo que ellos brindan en cada partido se vea reflejado en el rendimiento del equipo. La Capital.
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