CRISIS EN ATLETICO TUCUMAN

El lunes amaneció en silencio, sin indicios de una medida de fuerza o una determinación tomada en frío por parte de Jorge Solari. La gente, el hincha, le dio la derecha; sigue apostando a su estilo, al igual que la dirigencia de Atlético. En pocas líneas, esto quiere decir que hay "Indio" hasta después del encuentro del domingo contra Guillermo Brown, en Puerto Madryn, por lo menos.Hubo una reunión adelantada con la "mesa chica". Y se charló de fútbol, del rodaje de un plantel que perdió la línea en el rectángulo y que sufre horrores por sus desacoples defensivos. El cuerpo técnico también dijo lo suyo, aunque en ningún momento dejó luz para una salida por detrás de la puerta de los triunfadores. Los resultados no acompañan a Solari en este inicio de campeonato, pero sus fuerzas y esperanzas siguen intactas. Raro fue no verlo por el hall del hotel donde vive por la mañana. Tampoco a la hora del almuerzo. ¿Seguía golpeado por el 0-2 sufrido ante Gimnasia de Jujuy? Algo de eso hay; sin embargo, la ausencia del rosarino se debió a que dedicó el día a estar con su esposa, que lo vino a visitar. La pelota quedó al costado de la línea de saque hasta entrada la noche en la ciudad."Queremos conversar con él y ver qué le está pasando al equipo. No están jugando bien; algo sucede", contó en off antes de entrar al cónclave uno de los integrantes del grupo de los que cortan el queso en el "decano". ¿Fueron a pedirle la renuncia al técnico? "No, para nada; es momento de apoyar ahora", agregó el directivo. "Estamos preocupados por este arranque, pero no. Veremos qué sucede después de Madryn", había sido la sentencia de Mario Leito el domingo. Eso sí, el presidente dio un ultimátum a esa delgada línea roja que se cortará si no se suma de a tres en el sur. De todas maneras nada es seguro por estos días. Lo único, y para marcar un poco el terreno de sus ganas de continuar en el cargo, es que al "Indio" le preocupa el viaje a Madryn. Según se supo, desde AFA informaron que los vuelos hacia la ciudad de las ballenas están medio complicados, en cuanto a una hipotética y sorpresiva cancelación el día de partida. Entonces, ya se barajó la opción de salir el jueves por vía terrestre. Son muchos los kilómetros a recorrer. Solari pidió paciencia a la familia "decana". "Nos dijo que el grupo se sigue acomodando, cosas de técnico, bah. Él está confiado en poder revertir todo esto; confía ciegamente en el equipo", agregó otro directivo. "Quizás deberíamos mantener una charla con los jugadores", avisó además el hombre, dejando en claro que se viene un tirón de orejas.Al final de cuentas, y después de un lunes cargado de tensiones, la paz tomó su curso habitual. La Gaceta.