Dos certeros zapatazos que partieron de los pies de Jesús Méndez y Pablo Becker sellaron esta tarde le inobjetable victoria de Central sobre Nueva Chicago. El canalla volvió al triunfo en el Gigante de Arroyito, por la 5ª fecha del torneo de la B Nacional.
De movida nomás, el conjunto auriazul -aunque esta vez vestido con una casaca azul y blanca a cuadros- fue inclinando la cancha hacia la valla visitante.
Los primeros intentos, tibios y carentes de profundidad, fueron marcando el pulso de una primera etapa que mostraba a Central mejor parado y con un objetivo bien claro entre ceja y ceja: lograr un gol tempranero que le permita asumir el protagonismo del partido.
La urgencia de Central por lograr una victoria, sobre todo tras la derrota de la semana pasada ante Banfield, no se convirtió en urgencia y desorden.
Muy por el contrario, Central fue construyendo lentamente cada jugada. Por los laterales, con las constantes proyecciones de Yacuzzi y Paulo Ferrari. Y por el medio, con el toque de Lagos y Sebastián Méndez.
Así llegó el primer tiro libre para el local, con una pelota que Toledo conectó de cabeza a la red. Pero estaba en posición adelantada y el gol fue anulado.
El equipo de Russo debió esperar hasta los 19 minutos para gritar el gol, que llegó tras una jugada colectiva que Lagos trasladó el balón desde la mitad de cancha. Paciente, esperó la llegada de Jesús Méndez, que por el medio y de un zapatazo puso el 1 a 0.
Pero no todas fueron rosas para Central. Dos soberbias atajadas de Mauricio Caranta salvaron la valla del canalla, a los 21' y 39 respectivamente.
El canalla tuvo en la primera parte dos más: la primera, con un centro desde la derecha que lagos no pudo mandar a la red y dio en el palo de Monllor. La otra, a los 30', cuando Nery Domínguez tomó en tres cuartos de cancha el rebote de un tiro libre y disparó al arco. La pelota rebotó en un defensor del Torito y se fue apenas desviado.
Ya en el complemento, Nuevo Chicago salió de movida a buscar el empate. Pero enfrente estaba un Central que esperaba agazapado para dar el zarpazo que le asegure el triunfo.
Poco tuvo que esperar para que esto pase, porque a los 4 minutos nomás el raudo Pablo Becker se picó por la derecha y recibó allí, en el vértice del área grande, un balón que de un bombazo lo mandó a la red.
El Gigante explotó. Por el gol del pibe Becker y por la certeza de que, de continuar jugando de esta forma, sería muy difícil que Central dejase escapar los tres puntos.
El visitante intentó en más de una oportunidad verticalizar el juego, pero una sólida defensa canalla, y un siempre seguro Caranta, chocaron contra las aspiraciones del Torito. Sobre el final, el recién ingresado Coniglio casi marca el tercero para el local.Así, Central se reencontró no solo con un triunfo de local, sino también con una buena actuación que sirve como envión anímico para lo que resta del campeonato.
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