El andar de Rosario Central en el torneo aún es incipiente, como el de todos los demás equipos. Por eso mismo todavía no puede determinarse si será uno de los equipos que estará en la pelea hasta el final por uno de los tres ascensos. Pero de a poco va entregando indicios. Hay uno en particular, muy charlado y cuestionado en estas primeras fechas, que tiene que ver con el rendimiento individual de aquellos futbolistas que llegaron como refuerzos. A esta altura se puede decir que Diego Lagos es el que más rindió. Por juego, goles y asistencias. No se trata del jugador con mejor promedio (5,28), según la calificación de Ovación, ya que en ese podio se encuentran Nery Domínguez, Pablo Becker y Jesús Méndez (en ese orden), pero sí quien más aportó de los que llegaron como nuevos.
Con su llegada, las especulaciones estaban direccionadas a que se desenvolvería como delantero, su puesto natural. Sin embargo, Miguel Angel Russo prefirió utilizarlo como volante por el sector izquierdo. El entrenador insiste en que el ex Lanús e Instituto se mueve como atacante, pero cada partido lo muestra arrancando desde más atrás.
El triunfo contra Atlético Tucumán descomprimió bastante la situación. Hasta minutos antes de ese partido uno de los puntos que más se ponía en tela de juicio era precisamente el nivel de los refuerzos. Después del choque con el Decano no caben dudas de que Lagos es el de mejor performance.
Todo esto es fácilmente explicable desde los números (ver infografía), pero no sólo por las calificaciones propiamente dichas, sino por otros aspectos. De arranque, es el futbolista junto a Mauricio Caranta (siempre hablando de los refuerzos, ya que Franco Peppino también jugó todos los partidos), que en los siete partidos estuvo de titular. Fue reemplazado en dos de ellos, aunque sobre el final.
Convirtió dos goles (Banfield y Atlético Tucumán), pero más de una vez supo calzarse el traje de asistidor. Lo hizo con Gagliardi contra Boca Unidos, con Méndez ante Nueva Chicago y con Bracamonte en el último encuentro. Para Ovación fue figura en dos encuentros (Chicago y Atlético Tucumán), mientras que en otros dos (Boca Unidos y Banfield) estuvo entre los que mejor puntuación recibieron. Se trata de simples apuntes que lo ubican como el más parejo de los refuerzos.
Carlos Casteglione (seis partidos desde el arranque) es otro de los que mostró un rendimiento parejo. Su llegada le aportó jerarquía y voz de mando a la última línea canalla.
El resto va de la mano con la irregularidad. El equipo sufrió mucho por el andarivel de Javier Yacuzzi; Nicolás Freitas llegó para se el 5 titular, puesto que hoy pertenece a Nery Domínguez; Encina jugó el primer partido desde el arranque y después fue siempre al banco, Alejandro Gagliardi viene perdiendo la pulseada con Pablo Becker, José Luis García nunca terminó de dar el salto de calidad y Héctor Bracamonte recién la fecha pasada pudo sacarse la espina del gol pese a mostrar movimientos interesantes, aunque casi siempre lejos del área.
Es totalmente cierto eso de que Central arrancó el campeonato siendo un equipo en formación por la cantidad de refuerzos que llegaron, también porque había un técnico nuevo y porque hubo otros tantos juveniles que se sumaron. En ese contexto, y en la búsqueda del equipo ideal, Lagos es quien más se aproxima a lo esperado. Jugando en una posición que no es la que se desempeñó durante la mayor parte de su carrera, pero acomodándose mejor que nadie a lo que los hinchas, pero sobre todo el técnico, pretenden.
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