viernes, 17 de junio de 2011

Resurgir verdinegro



Daniel Garnero, tal cual se reconoce, es alguien más bien esquivo a las entrevistas. Lo hizo en su época de jugador y ahora lo mantiene en su faceta de entrenador. Pero a tres meses exactos de su asunción en San Martín y a pocas horas de definir la suerte de su equipo en esta temporada donde busca el ascenso a Primera, el DT del Verdinegro aceptó un mano a mano con DIARIO DE CUYO de más de una hora y media. Porque ‘cuando hablo, hablo de todo‘, como reconoció en medio de la charla en un café céntrico de la provincia y con la Catedral de fondo. Y el coach tocó todos los temas, desde su arribo a San Martín a este presente en las puertas de un ascenso. De lo mejor y peor del equipo. De los supuestos rivales en una Promoción. De la táctica, los sistemas y otros tantos ítems en una charla bien futbolera. Pero también Garnero reveló que hace sólo seis meses, cuando se fue de Independiente, su segunda casa pese a no ser hincha del Rojo si no que es de Boca, pensó en jamás volver a dirigir. Hoy, después de haber vuelto, vive su resurgir verdinegro. -¿Sos de fijarte en fechas y qué pasó en tal o cuál día?-No. La verdad que no.-¿Sabés que hoy (por ayer) se cumplen tres meses de tu llegada a San Martín? -No lo recordaba bien si era 15 o 16 de marzo. Pero está bueno saberlo.-¿Y qué paso en estos tres meses? -Pasaron tres meses de obstáculos de todo tipo. Complicados. Recuerdo que cuando llegamos estábamos a nueve puntos de Unión y Rafaela. Hoy estamos todos satisfechos sabiendo que somos el único equipo en la categoría que puede quitarle el ascenso directo a Unión. No me olvido que tras la primera fecha que dirigimos (0-0 ante Merlo en Concepción) la gente silbó a los jugadores. Si en ese momento nos decían de una Promoción, creo que todos la firmábamos y hoy estamos donde estamos.-¿Cuál es el mayor mérito del equipo para estar en este lugar? -El corazón es el mayor mérito de este equipo. Por ahí nos cuesta demasiado manejar el partido desde el juego. A mí me gustaría que el equipo jugara más de lo que juega. Pero yo debo hacer jugar al equipo como mejor puede. Sí, obviamente, quiero ir modificando cosas de a poco, como por ejemplo hicimos en este partido en Patronato donde tuvimos una mayor tenencia del balón y lo ganamos desde un comienzo. -¿Qué momento pensás que fue el más duro? -No hubo un momento complicado o un partido en particular. Lo que digo es que tuvimos la irregularidad que afecta a todos los equipos en el fútbol actual. Por ejemplo a nosotros nos pasó tras ganarle a Atlético en Tucumán y venimos y perdimos acá con Tiro Federal. Después le ganamos a Gimnasia acá y vamos a Aldosivi y perdemos jugando muy mal. Pero rescato que el equipo sintió el golpe y rebotó, y otra vez se puso bien. -El 4-4-2 que tanto utilizaste, ¿fue por elección o porque debiste adaptarse al plantel? -Lo hice porque era lo más conveniente para los jugadores que tenía. Yo no soy mucho de mirar los números o las tácticas, lo mío pasa por hacer jugar al equipo lo mejor posible de acuerdo a las piezas que tiene. Si me sirve este sistema, ¿por qué lo voy a cambiar? Aunque en los últimos juegos tuvimos otra intención y un juego más ofensivo. -¿Qué es el ascenso directo? -Es una chance. Una realidad. Les dije a los jugadores que debemos hacer nuestra parte, que es ganarle a Belgrano, y después ver si Ferro nos da una mano. Si lo hace, jugamos el miércoles un desempate y si no, jugamos el miércoles por una Promoción.-Pensando en una Promoción, ¿cuál rival sería más duro? -Pienso que Quilmes, que es el más complicado desde lo numérico, es el que mejor llega si consigue zafar del descenso directo. Hace dos meses todos lo daban por muerto y ahora puede llegar a una Promoción, aunque la verdad que lo veo complicado. -Sabés que de cruzarse con Huracán sería algo especial... -Nosotros no tenemos problemas en que pase eso. Me molestaría si se hablaran muchas pavadas antes de la Promoción con ellos, sobre todo si parte de los protagonistas. Cuando hablan los que están afuera no me molesta, pero si un protagonista lo hace, sí.-¿Ves diferencias entre el fútbol de Primera y la B Nacional?-Sí. Veo que en la B Nacional se necesitan de muchas situaciones para hacer una jugada bien. Por ejemplo en el caso de un desborde vos necesitás de tres para hacer uno bien. En Primera, hoy si le das uno al Mellizo Barros Schelotto se la pone en la cabeza al nueve. Para ascender, el equipo de la B Nacional tiene que jugar sí o sí al 100% y el de Primera, no. -¿Este plantel tiene la mezcla justa de experiencia y juventud? -Es así. Eso es clave. Acá hay dos referentes por naturaleza como el capitán, Pocrnjic y el subcapitán, Grabinski. Y después hay un tercer referente como Alderete, que tiene esas mismas cualidades. Y además otros muchachos con experiencia como Messera o Cantero, y otros más chicos pero con mucho rodaje como los Poggi o Penco. -¿Cuánto influye el recambio en esta instancia?-Mucho. Siempre uno debe tener contento al que no juega, el que pone por ahí mala cara. El que es titular vive sonriendo, pero uno como técnico debe preocuparse por el que no está adentro. Tenés que tenerlo listo para que cuando tenga la chance no baje el rendimiento del equipo. Siempre juegan los partidos finales y decisivos los que no venían haciéndolo. Ahora, por ejemplo, le toca el turno a Landa por Zamponi. Y Landa podría ser titular también, pero Zamponi lo puse cuando llegué y siempre respondió. ¿Por qué debería haberlo sacado? O pasó lo mismo cuando me decidí entre Floris o Más, o entre Galarza y Acosta, que había jugado toda la primera rueda, pero que cuando vine estaba lesionado y le di la chance a Galarza. -Más allá de la confianza que te tenías al llegar, ¿pensabas que tres meses después podías estar cerca del ascenso? -Uno siempre confía en uno, pero hace un tiempo más atrás te diría que no. Mi salida de Independiente en setiembre del año pasado fue algo durísimo de asumir. A tal punto que pensé en no dirigir nunca más. En diciembre del año pasado no le atendía el teléfono a nadie y pensé que lo mío como técnico ya estaba terminado. -¿Por qué te golpeó tanto? -Porque era una ilusión muy grande la que tenía de dirigir ahí. Estuve desde los 8 hasta los 32 años. Y me fui muy rápido. Fue un cóctel explosivo que me costó el puesto a mí y también al Flaco Menotti, algo que no entendí nunca, porque como manager hizo las cosas de forma excelente. Con decirte que el Flaco me recomendó a Giovanni Moreno y a Teófilo Gutiérrez antes de que los conocieran acá y no los trajeron los dirigentes por un tema económico.-¿Qué te hizo volver a dirigir? -Hablar mucho con mi grupo de colaboradores. Costó que volviera a meterme en la pasión del fútbol, pero salí adelante, en gran medida, por ellos. -La última, ¿sabés que hoy (por ayer) se cumplen cuatro años del ascenso a Primera de San Martín? -No, la verdad que no. Entonces, ojalá que dentro de cuatro años alguien diga que hace cuatro años que San Martín volvió a ascender a Primera. Diario de Cuyo.

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