Basilio Guerrero, histórico directivo de la Liga Cordobesa de Fútbol, falleció hoy a los 75 años.Guerrero era el actual secretario general de la Liga y llevaba cinco décadas como dirigente de nuestro fútbol. A lo largo de 50 años de trayectoria, consiguió con esfuerzo y sacrificio convertirse en un distinguido referente.Será velado en la calle Hipólito Irigoyen 510, en el centro de Córdoba.
El sepelio será mañana miércoles a las 13 en Parque Azul (Camino a Alta Gracia)Basilio nació el 14 de junio de 1936 en Punta del Monte, un caserío de mala muerte del departamento Río Seco, en el árido y hasta hace poco tiempo, espeso norte cordobés.“Los socios de mi papá solían llevarme El Gráfico ; sabían que me gustaba mucho ver en la revista las fotos de los jugadores famosos y las tribunas de los grandes estadios porteños llenas de gente. Me pasaba horas hojeándola y soñando...”, recordó Guerrero días atrás en su última nota a La Voz, el 26 de julio pasado.Después de fundar, en 1956, el Club Libertad, en barrio Comercial (donde vivía en la actualidad), volvió a su primer amor. En 1961, Las Flores lo designó delegado suplente, primero, y luego titular ante la Liga Cordobesa de Fútbol.Acababa de cumplir las Bodas de Oro como dirigente de la institución rectora del balompié vernáculo. Desde 1971 hasta la actualidad, Guerrero se había desempeñado como secretario general de la LCF, aún durante la intervención que dispuso el gobierno de facto, a fines de los ‘70, luego de la reacción contraria de la dirigencia cordobesa a la resolución 1309.Para Guerrero, esa disposición de la AFA (promulgada el 15 de agosto de 1979) para incorporar a Talleres al fútbol metropolitano, significó “el inicio de una sangría casi mortal” para el fútbol de esta parte del país.Repasamos acá parte de su última entrevista con este diario:–¿Por qué dice que la 1.309 impactó de manera negativa en la Liga Cordobesa?–Si bien era cierto que a Talleres no podíamos contenerlo más porque había ganado lo que se había propuesto, la forma en que lo hizo impactó muy mal en lo deportivo y en lo económico a la competencia local. Desde entonces, las tribunas se fueron despoblando y los clubes que se marcharon también terminaron sufriendo la medida. Creo que las consecuencias están a la vista de todos.–¿Cómo analiza al fútbol local en la actualidad?
–Se está recuperando de a poco. Emeterio Farías (actual presidente de la LCF) está haciendo una gestión excelente y el Gobierno provincial viene colaborando muchísimo desde hace una década, más o menos, para mejorar las canchas y las instalaciones de los clubes.–¿Qué falta para que se consolidé la recuperación?–Que se recupere lo lúdico del fútbol. Que vuelva a ser un juego y que los jugadores lo disfruten. Ya no quedan casi jugadores que se rían dentro de una cancha mientras disputan un partido. Eso significan que no gozan con la pelota. Eso me da pena.–¿También se da esa situación en las divisiones inferiores?–Diría que tanto o más que en el fútbol profesional. Basta con presenciar un partido de inferiores para ver el nivel de presión insoportable que los padres y las madres ejercen sobre sus hijos. Hemos llegado al colmo de pedir presencia policial para que se jueguen partidos de las divisiones inferiores. ¡Es una locura! Info Mundo D.
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